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Charo Márquez
Viernes, 13 de julio 2018, 00:41
Que una flor desprenda olor a chocolate avainillado es razón más que suficiente para tratar de conocerla. Si además es una exuberante orquídea que sólo florece durante 48 horas, a las ganas de verla se suma la prisa por llegar a tiempo.
El Parque Botánico Orquidario de Estepona acoge estos días uno de esos acontecimientos extraordinarios con lo que nos asombra la naturaleza:la floración de una 'Stanhopea tigrina' una variedad de la orquídea, originaria de México, que destaca por su fragancia, colorido, forma y belleza. El ejemplar de Estepona tiene los pétalos de color amarillo pálido con rallas de color rojo oscuro que recuerdan a un tigre, de ahí su nombre. En la lengua maya se conoce a esta flor como 'cabeza de serpiente'.
Estas flores pueden superar los 20 centímetros de diámetro. La esteponera tiene el tamaño de la palma de la mano. Presenta una extraña forma que recuerda a un ave o a un dragón con las alas desplegadas. Otra de sus peculiaridades es que permanece abierta solo 48 horas. El director botánico del orquidario, Manuel Lucas, destaca que es tal «el esfuerzo» que realiza la flor por ser bella, tanto en su color, como en su aroma y tamaño, que «no puede mantenerse viva por demasiado tiempo».
El aroma es tan intenso que engaña a la pituitaria. «Si te estás comiendo un plato de lentejas junto a la planta, no olerías las lentejas, si no el chocolate avainillado», resalta el botánico.
Las orquídeas son plantas tan perfectas que generan los olores concretos que atraen a sus polinizadores específicos. Algunos aromas son agradables fragancias, como el del chocolate en este caso, pero otras producen olor carroña e incluso a excremento de animal, dado que algunas precisan de moscas atraídas por la pestilencia.
Por todo ello es muy raro poder ver esta orquídea, ni siquiera en colecciones privadas. Precisa muchos cuidados durante todo el año. Empezó a abrirse ayer y estará en su mejor momento mañana. El Orquidario ha conseguido que varios ejemplares de la 'Stanhopea tigrina' florezcan paulatinamente en los próximos días pero ninguno llegará al tamaño de la que floreció ayer. «Los visitantes que tarden tendrán una segunda oportunidad, pero ni el tamaño, ni el color serán tan espectaculares», advierte Lucas.
Añade que estas flores tienen una estructura muy compleja y el proceso de la floración es, en sí mismo «mágico» pues las flor comienza a rasgar los capullos y, «como si se tratara de un parto», de repente despliega sus alas. Los responsables del orquidario creyeron que abriría el lunes porque las altas temperaturas aceleraron el proceso y parecía inminente su floración. Pero el tiempo refrescó y finalmente no fue hasta ayer cuando floreció. Que la belleza es efímera es algo que las orquídeas nos enseñan en poco tiempo.
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