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Leandro Pavón
Lunes, 20 de febrero 2017, 00:27
Que la música funciona de manera terapéutica para muchas circunstancias médicas es un hecho que en muchos estudios ya han refutado. Pero la Fundación García Fajer llevó el tratamiento de las notas musicales un paso más allá. A través del Proyecto Alba realizan desde hace tres años una labor integradora con personas que padecen algún tipo de discapacidad y el próximo verano desembarcarán en Estepona. Será la tercera ciudad, junto a Madrid y Logroño -donde tienen la sede- en la que se establecen para realizar sus cursos musicales. En el caso esteponero, la Fundación establecerá su centro de operaciones en la Asociación a favor de Personas con Diversidad Funcional de Estepona (Aprona). Desde el 3 al 14 de julio se organizará el primer campamento de verano para que los alumnos de este centro tomen el camino necesario para ser músicos.
«El método de enseñanza es el mismo. No hay distinción entre los que impartimos de manera general a los destinados al proyecto Alba. Son incluso más exigentes. La base de este proyecto son los alumnos, y son ellos el ejemplo para que otros se abran camino en este tipo de enseñanza», explicó el presidente de la Fundación, Anselmo Fernández.
La finalidad del proyecto no acaba en un leve contacto con la música, sino que los alumnos se conviertan en músicos. En este caso serán diez usuarios de Aprona que lograron pasar una audición. «El objetivo es ofrecer una formación de alto nivel a chicos con otras capacidades, para que en la medida de lo posible logren convertirse en músicos», apuntó el presidente.
«El hecho de salir al escenario ya es un gran mérito. Son instrumentos de cuerda, y esto quiere decir que para tocar una nota, se requieren nueve acciones del músico. Cuando se ve que un chico es capaz de afinar una nota como Dios manda, es increíble», añadió.
Los logros de los métodos de enseñanza de este proyecto ya se pudieron verse el pasado mes de septiembre en el colegio San José de esta localidad. La fundación riojana ofreció un concierto organizado por la Hermandad de Los Remedios, con la que colaboran estrechamente desde hace años, y en donde alumnos de otras ciudades mostraron sus capacidades con los instrumentos de cuerda.
Recaudación
El hermano mayor de esta cofradía, Francisco Torres, entregó esta semana la recaudación del concierto a Javier Bermúdez y José Fernández, representantes de la junta directiva de Aprona. Los 2.360 euros recogidos de la actuación se destinará a organizar este campamento a través de un convenio de esta entidad con la Fundación García Fajer.
Este primer campamento de verano será un banco de pruebas en el que se medirán las pauta a seguir en diferentes años. La intención del presidente de la Fundación es poder realizar un encuentro similar cada año pero no descartaba que las actividades musicales se alargaran a otras fechas.
La profesora que se encargará de la enseñanza intensiva de este campamento será la búlgara Irina Yonkova, que según explicó Fernández, ya tiene experiencia en este tipo de iniciativas y lleva colaborando con este colectivo desde 2008. «Para que puedan salir a tocar al escenario pueden pasar dos años, que es lo que tardamos en que afinen bien. Esto se trata de que se les respete como músicos», puntualizó el máximo responsable de este proyecto apadrinado por el violinista Ara Malikian.
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