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MONTSE MARTÍN
Viernes, 4 de septiembre 2015, 00:27
Las palabras 'arrepentimiento' y 'perdón' nunca se habían repetido tanto en una sala de vistas. Pero desde que empezó el pasado martes en la Audiencia Provincial de Málaga el juicio por las contrataciones irregulares de obras del Ayuntamiento de Marbella a la empresa Fergocon han sido las expresiones estrella de los acusados. El primero en pedir disculpas fue José María del Nido. Ayer le tocó el turno a Julián Muñoz y a los dos hermanos del abogado sevillano, que también están acusados. ¿Arrepentimiento sincero? Quien sabe. Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que este giro judicial reconociendo, aunque sea parcialmente, su culpabilidad reportará a los procesados una rebaja sustancial de la futura condena.
«Me arrepiento profundamente y de corazón de todo lo que he hecho, tanto en esta causa, como en las que tengo pendientes y por las que ya estoy cumpliendo. Pido perdón al pueblo de Marbella, que se portó siempre muy bien conmigo y a la sociedad por el daño que puedo haber provocado». Fueron las palabras de Julián Muñoz antes de comenzar su declaración.
Muñoz repetía la camiseta negra, el pantalón de chándal y el macuto naranja de la sesión anterior. Por supuesto, mostraba el mismo aspecto demacrado y cansado. Y, por lo que se pudo comprobar ayer, el exalcalde acusa también cierta pérdida de audición (se ponía la mano en la oreja y decía que no escuchaba bien). Tras pedir perdón, siguió la vereda de la reparación del daño abierta el día anterior por su otrora amigo José María del Nido a golpe de talonario. Sin embargo, el patrimonio del exregidor marbellí parece mucho más modesto que el del expresidente sevillista, a tenor de lo que él mismo expuso. «Espero reparar el daño con el capital retenido por la Audiencia de Málaga, que es producto de una herencia de mis padres, un piso en la calle Ricardo Soriano, en Marbella, y el dinero de unos programas de televisión que tengo intervenidos. Lo que tengo es eso. En el futuro, podré aportar una parte de mi pensión, cuando se produzca», explicó con voz fatigada.
Firmas en barras de hielo
Fue un reconocimiento de los hechos pero parcial, porque Muñoz se protegió en lo ocurrido con la empresa Fergocon, los Del Nido y el Ayuntamiento de Marbella. Negó rotundamente haber recibido mordidas de los contratos de obras con sobrecoste encargados a la empresa de la familia del abogado sevillano, contradiciendo a éste que el día anterior declaró que tanto Julián Muñoz como Jesús Gil recibieron sobres con una tercera parte del dinero procedente de la sobrefacturación.
Con respecto al mecanismo de inflar las facturas de las obras de Fergocon, dijo que «se negoció con el señor Jesús Gil. Se reunían a solas con él pero nunca conmigo», precisó. Además dijo que el interventor municipal, que también está procesado en este caso, «seguro que tenía conocimiento» de estas operaciones «porque todo el mundo sabía que Fergocon era de los hermanos Del Nido».
No desaprovechó el acusado la oportunidad de repartir culpas durante su declaración: «Yo firmaba todo, hasta en las barras de hielo; fui un títere al servicio del señor Jesús Gil. Todos en el Ayuntamiento acataban sus órdenes, desde los coordinadores hasta el primer teniente de alcalde, aunque fueran ilegales; otra cosa es que luego cada uno fuera haciendo negocio por su cuenta», aseguró.
Continuó su relato, a ratos autoexculpatorio: «Cada uno tiene sus hechos y su responsabilidad. Yo, a partir de las elecciones de 2003 (cuando fue elegido alcalde tras la inhabilitación de Gil) empecé a tomar mis propias decisiones sobre la legalidad de algunas decisiones y me cortaron la cabeza, en sentido figurado (refiriéndose a la moción de censura que le desbancó de la alcaldía)». Preguntado por el fiscal por qué no se enfrentó antes a Gil, Muñoz contestó: «No tuve lo que hay que tener para enfrentarme a Gil». «¿Tampoco a Del Nido?», le insistió el representante del Ministerio Público. «Tampoco», apostilló Muñoz.
Tan pronto como terminó su declaración exregidor pidió permiso para ausentarse del juicio: «Señoría, hay un traslado a la cárcel a la 13 horas, si no tengo que esperarme al de las 16,30; si da usted permiso me marcho, porque estoy muy cansado», se excusó. El magistrado presidente le autorizó a abandonar la sala de vistas y le deseó mejoría.
Uno de cada tres sobres
También declararon ayer los dos hermanos de Del Nido, Juan José y Óscar. Ambos pidieron perdón. El interrogatorio más extenso lo ocupó Óscar, responsable de la empresa Fergocon. Muy nervioso, reconoció que el Ayuntamiento de Marbella le adjudicaba las obras a su sociedad directamente, sin ningún tipo de procedimiento administrativo, ni concurso, ni subasta. «Era Julián Muñoz el que decía las obras que había que hacer y por qué importe», dijo. «Muñoz se llevaba uno de cada tres sobres», la tercera parte de la mordida, declaró.
Óscar del Nido explicó que entonces tenía «cierta amistad» y un trato «muy directo» con Muñoz: «Él dice ahora que no se acuerda, pero nos casó a mi mujer y a mí en Sevilla». Añadió que la facturación y los pagos de las obras las trataba directamente con él y que «cuando tardaba en pagar, llamaba a mi hermano (José María) y se lo decía».
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