Detienen en Marbella a un miembro de la camorra huido de la justicia desde 2009

La Justicia italiana lo buscaba desde 2009. Carlo Leone, considerado por las autoridades un «importante miembro» del clan Elia de la camorra napolitana, con un amplio historial delictivo y numerosas condenas en su país, se ocultaba en Marbella, donde se había convertido en un asiduo cliente de algunos locales de ocio de la ciudad. La Guardia Civil descubrió su escondite y logró detenerlo, según ha podido confirmar SUR.

Tras averiguar la zona por donde se movía, los investigadores pasaron al trabajo de campo. Agentes del Equipo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado se desplazaron desde Madrid para controlar los establecimientos que frecuentaba, situados principalmente en el núcleo poblacional de San Pedro Alcántara.

Las vigilancias dieron sus frutos y, el pasado lunes, lo localizaron en un pub de la ciudad. La operación se ejecutó con una precisión milimétrica. Para evitar un altercado que pudiese afectar a algún cliente, un grupo de guardias civiles de paisano esperó apostado en los alrededores hasta que Leone abandonó el local. Cuando salió, los agentes cayeron sobre él sin dejarle margen de reacción, según las fuentes consultadas.

El arrestado se encuentra ya a disposición de la Audiencia Nacional para los trámites de su extradición a Italia. Un tribunal del país transalpino había dictado una orden europea de detención (OED) contra él para que cumpliera una pena de prisión por delitos relacionados con el narcotráfico, precisaron las fuentes.

Un «narco-broker»

Las autoridades italianas consideran a Leone (55 años) un destacado miembro del Clan Elia y le atribuyen la figura del «narco-broker», que viene a ser una especie de intermediario en el tráfico de drogas. Las investigaciones del Arma de Carabinieri italiano, que situaban al fugitivo en la Costa del Sol, apuntan a que el papel de Leone consistiría en poner en contacto a narcotraficantes de la Península con compradores napolitanos, según fuentes cercanas al caso.

Hace apenas dos años, la Guardia Civil asestó un importante golpe contra la camorra que también salpicó a Marbella. Allí fueron detenidos, en junio de 2013, Massimiliano DAria y Domenico Panella, considerados los jefes de la célula de Málaga del clan Polverino. Cuando fueron a arrestarlos, los agentes no los localizaron en los domicilios que habían ubicado en la investigación. Estaban en un piso de San Pedro Alcántara donde habían compartido con un abogado español, también detenido, una noche de juerga y prostitutas.

Los dos capos se encuentran entre los 43 imputados que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco propone llevar a juicio como presuntos miembros o colaboradores del clan mafioso, a los que atribuye -aunque individualiza cada caso- delitos de blanqueo de capitales procedentes del tráfico de drogas en el seno de organización criminal, o les considera cooperadores necesarios en el delito de pertenencia a grupo organizado.