"¡Qué alegría! Es el primer premio importante que damos en El Gato Negro"

Le pilló despistado y en casa. Como muchos, Miguel Ángel Jiménez, seguía el sorteo por televisión, pero como en un primer momento no se hizo referencia a Málaga como uno de los lugares donde cayó el Gordo de el sorteo de El Niño celebrado hoy al mediodía, no reaccionó. Miguel Ángel es uno de los propietarios de la administración 'El Gato Negro', de Málaga capital, que ha vendido una serie (diez décimos por un total de dos millones de euros en premios, con 200.000 euros por cada décimo) del Gordo del Niño, con el número 22654.

"Qué alegría. Estoy muy contento. Es estupendo porque se trata del primer gran premio que damos en esta administración desde que nos vinimos de Méndez Núñez a calle Granada, 5". "'El Gato Negro' ha dado otros muchos premios en sus cien años de vida que tiene, pero este es el primero importante que damos desde que nos trasladamos a calle Granada hace dos años, así que se puede decir que ha sido llegar y topar", comentaba esta mañana eufórico. Miguel Ángel Jiménez acudió junto con su socio Miguel Ángel Ponce al local a celebrar el premio pasada la una de la tarde.

Aunque durante la mañana no se acercó ninguno de los agraciados, los curiosos que pasaban por la zona no han dudado en aproximarse y darles la enhorabuena y, cómo no, celebrar este broche perfecto a la Navidad en Málaga, después de que la Lotería del día 22 también dejara una lluvia de millones en Villanueva de la Concepción.

Jiménez aseguraba esta mañana a los periodistas que tenía en su administración una serie del 22654 y que la vendió completa por ventanilla. "No es un número abonado ni se ha vendido por terminal, por lo que creo que será un premio repartido que ha sido agraciado con 200.000 euros para cada uno de los diez décimos vendidos". Aunque desconoce quiénes son los portadores de la fortuna, está convencido de que ha sido entre la clientela habitual de 'El Gato Negro'. "Ha sido una gran alegría que esperemos continue", señalaba rodeado de ciudadanos que se sumaron a la celebración, pese a que se trataba de transeúntes que no llevaban los décimos premiados.