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Jesús Hinojosa
Lunes, 2 de noviembre 2015, 00:59
Las playas de buena parte de la provincia ofrecieron ayer la imagen de un día que ya ha quedado marcado en rojo en el historial de los fenómenos meteorológicos adversos para Málaga. El temporal previsto para la jornada dominical cobró una virulencia en la franja litoral que anegó playas y paseos marítimos, dañó chiringuitos y afectó a las operaciones de llegada y salida de aviones y cruceros en la capital. Fue un domingo negro en lo meteorológico que volvió a poner de manifiesto, una vez más, la fragilidad de la costa malagueña frente a los temporales y la necesidad de acometer las numerosas infraestructuras que llevan años pendientes para reforzar las playas.
Hacía dos décadas, desde 1995, que no se registraba algo parecido. «En 33 años que llevo aquí trabajando no he visto algo igual», corroboró Salvador García, del restaurante Las Acacias, en la zona de Pedregalejo. Aquí, como en buena parte del litoral de la capital, las olas, que llegaron a alcanzar los seis metros y medio de altura según los datos registrados por Puertos del Estado, invadieron no solo la zona de arena, sino también las aceras del paseo marítimo, alcanzando las mesas y sillas de los restaurantes.
Especialmente llamativa fue la estampa que presentaron los Baños del Carmen, donde las olas cubrieron toda la terraza del restaurante y llegaron a penetrar en el interior. «El agua ha terminado por romper cristales y llegar dentro. Nos ha destrozado toda la entrada, hemos intentado proteger lo que hemos podido y sobre todo procurar que no llegue a la cocina», explicó el exconcejal Damián Caneda, empresario al frente del grupo que está a cargo del restaurante El Balneario. «Hay un proyecto muy claro para proteger los Baños del Carmen frente a este tipo de fenómenos costeros, pero no se ha hecho», recordó Caneda en alusión a los espigones y escolleras previstos por la Dirección General de Costas para este enclave.
El responsable en Málaga de este organismo del Ministerio de Medio Ambiente, Ángel González, visitó el lugar e informó a SUR de que encargó a sus técnicos hacer una primera valoración del estado de las playas y los establecimientos ubicados en ellas.
Guadalmar
Una suerte parecida corrió el chiringuito Servando, ubicado en Guadalmar, donde las fuertes olas llegaron a romper sus cerramientos de cristales blindados e inundaron el local. Uno de sus responsables, Agustín Jiménez, visiblemente afectado por los daños, explicó que, por fortuna, solo quedaba una mesa ocupada cuando el mar se coló en el negocio. «El agua ha roto y desplazado puertas acristaladas que pesan 300 kilos. Es un desastre», declaró el dueño de este restaurante, que fue renovado hace ahora un año con una inversión de más de medio millón de euros.
Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Málaga tuvieron que intervenir para retirar los ventanales del cristal de este chiringuito rotos por el temporal y también realizaron numerosas salidas por caída de ramas, toldos, un muro de 30 metros en la zona de Sacaba Beach y para sanear el chiringuito María, en el litoral oeste de la capital, donde las olas dejaron al descubierto parte de la estructura del chiringuito Pedro Gutiérrez. También fue preciso cortar la carretera de La Cizaña de acceso al Parador de Golf.
Por la noche, los bomberos seguían trabajando en la calle Pacífico, en Málaga capital, donde se formó una gran balsa de agua producto de la unión entre lo vertido por las olas y lo acumulado por la lluvia. Fue necesario incluso cortar al tráfico un carril para poder realizar la limpieza, que continuó hasta bien entrada la madrugada y que contó con la colaboración de la Policía Local para señalizar por dónde debía circularse.
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Los cruceros que ayer tenían prevista su estancia en la capital también se vieron afectados por el temporal. El Sovereign, de la compañía Pullmantur, que tenía programada su llegada para las doce y media de la mañana a la estación marítima, no puedo hacerlo hasta las tres de la tarde porque tuvo que permanecer en alta mar a la espera de que las condiciones meteorológicas permitieran su atraque.
Según el servicio de Emergencias 112, se registraron más de medio centenar de incidencias por el temporal en la provincia, algunas de ellas en Casares y Estepona, donde una guardería quedó anegada. En Marbella las lluvias afectaron especialmente a San Pedro, donde se produjo la caída de una cornisa sobre un coche. En la autovía, a la altura de Puerto Banús, un hombre de 60 años fue atropellado por un coche y resultó herido grave, aunque se ignora si el accidente puede atribuirse a la lluvia. Asimismo, la Guardia Civil tuvo que auxiliar a un adulto y tres menores que se encontraban haciendo senderismo en La Concha. En Benalmádena, los servicios operativos tuvieron que intervenir en Puerto Marina.
Señales en la N-340
En Vélez-Málaga, el temporal hizo que las olas rozaran la N-340 a su paso por Mezquitilla, Valle-Niza y Chilches, aunque sin impedir la circulación rodada. No obstante, la Policía Local colocó señales de precaución. En Torre del Mar y Torrox resultaron dañados una docena de chiringuitos.
Las fuertes olas dieron paso, por la tarde, a un frente de lluvias con viento y tormenta que cruzó la provincia de oeste a este y que dejó un acumulado de 75 litros por metro cuadrado en Jubrique, y 25 litros por metro cuadrado en la capital, al cierre de esta edición.
En esta información han colaborado : Antonio M. Romero, Isabel Méndez, Héctor Barbotta, Agustín Peláez, Eugenio Cabezas y Alberto Gómez.
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