Le roban su todotorreno y persigue al ladrón desde Nerja hasta Málaga

Escuchó un ruido y se asomó a ver su todoterreno, que había aparcado a primera hora dentro de su negocio. El hueco donde lo dejó estaba vacío. Ni corto ni perezoso, Antonio Cabezas, un marmolista nerjeño de 51 años, cogió el coche de su cuñado -y socio en el taller- y salió en busca de su vehículo. No sólo lo localizó, sino que lo siguió desde Nerja hasta Málaga, dándole la posición en todo momento a la policía. El ladrón fue detenido en una actuación conjunta con la Guardia Civil.

El robo se produjo ayer, al filo del mediodía, en la calle Riogordo, en el polígono Castillo Alto de Nerja. Antonio le pidió a su cuñado que llamase al cuartel y que contara lo sucedido mientras él intentaba localizar su vehículo, un todoterreno Toyota Land Cruiser que compró en 2004 y que tenía ya 130.000 kilómetros. Se trata de un modelo muy demandado en el mercado negro por las bandas del narcotráfico para alijar hachís en las playas.

Antonio arrancó el Renault Laguna de su cuñado. ¿Hacia dónde ir? «No sabía qué camino tomó, pero sólo había dos opciones: sentido Motril o Málaga». Él decidió conducir en dirección a la capital, y no tardó en encontrarlo. A la altura de Algarrobo vio de lejos un todoterreno y se acercó para comprobar la matrícula. Era el suyo.

A partir de ahí, el relato de Antonio parece sacado de una «película de acción», como él mismo confiesa, con seguimiento y persecución incluidos. «Dejé que me pasaran un par de coches para evitar que se diera cuenta y llamé al 091 sin perderlo de vista en ningún momento. No me atreví a intentar que se detuviera, para eso ya está la policía», cuenta.

Recorrió unos 45 kilómetros siguiendo a su propio vehículo, siempre a una distancia prudencial, mientras se mantenía en conversación permanente con el operador del 091. «Le iba diciendo cada salida de autovía por la que iba pasando para que supieran mi ubicación». Al pasar la señal de La Cala del Moral, entrando ya en el término municipal de la capital, Antonio perdió de vista su todoterreno porque no podía adelantar a los coches que le precedían. Ya no era necesario. Las patrullas de la Policía Nacional y la Guardia Civil recogieron su testigo y emprendieron la persecución del ladrón.

El cuartel de Nerja, tras recibir la llamada del cuñado, movilizó una patrulla, a la que se sumaron agentes de Tráfico y de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Benemérita (USECIC). La policía, con la que contactó Antonio directamente, hizo lo propio y envió varias dotaciones de la Comisaría Provincial y de la de Vélez.

Los agentes siguieron el todoterreno -según las fuentes consultadas, habría llegado a circular a 160 km/h- por toda la ronda de circunvalación. Se hizo un primer bloqueo a la altura del enlace entre la A-45 y la A-7, pero escapó. Finalmente, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico y dos motos de la policía lograron cortarle el paso en la hiperronda, a la entrada del túnel de Churriana, y detener al conductor, un ciudadano francés de origen marroquí. Un agente sufrió lesiones en una mano durante la intervención. «Me han dicho que mañana -por hoy- podré recuperar mi vehículo. Estoy satisfecho, la lástima es que el policía se haya hecho daño».