Los coches de alquiler por minutos de Emov ponen rumbo a Málaga

Nuria Triguero

Viernes, 4 de agosto 2017, 00:36

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En Madrid son el medio de transporte más ‘cool’ del momento. Y es que unen tres tendencias tan en boga como son la sostenibilidad, el uso compartido y las aplicaciones móviles. Son coches eléctricos que se pueden alquilar por minutos, pagando desde el móvil, y que no están ‘atados’ a puntos de recarga sino repartidos por los aparcamientos de zona azul de la ciudad, de forma que los usuarios buscan en su ‘app’ donde está el coche libre más cercano y, una vez en su destino, lo pueden dejar en cualquier plaza libre. No hay que preocuparse de cargar la batería: los operarios de la empresa que los explota se encargan, 24 horas al día, de que los automóviles estén a punto. En este momento hay dos plataformas de ‘car sharing’ –que es como se ha dado en denominar este sistema– funcionando en la capital de España: Car2Go y Emov. Ambas aseguran estar teniendo un éxito que supera sus expectativas. La última mencionada, después de lograr 110.000 usuarios registrados en seis meses, quiere expandirse a otras ciudades. Y Málaga está en su punto de mira.

El director de marketing de Emov, Carlos Blanco, confirma que la compañía está «elaborando un plan de negocio» con miras a traer sus coches eléctricos a Málaga. «Es una ciudad en la que queremos estar. No será en un mes ni dos porque hay muchos parámetros que analizar: la demanda potencial, el número de vehículos, el área que cubriríamos, cómo se comporta el tráfico, las condiciones climatológicas, dónde instalar nuestro centro de recarga y cómo se integrarán nuestros coches en la red de aparcamientos», enumera.

Fuentes municipales confirman los contactos con Emov y dan más detalles de sus planes para Málaga: baraja arrancar con una flota de entre 200 y 500 coches –en Madrid tiene 550 que van a ser ampliados– y no desea demorar su llegada más allá del otoño. Lo que atrae a Emov de la ciudad es, además de su tamaño –más de 500.000 habitantes–, su clima –las baterías de los coches eléctricos se comportan mejor en climas templados– y sus características sociodemográficas –una ciudad joven, turística y abierta a la innovación–, la receptividad que ha encontrado en el Ayuntamiento. «No todas las ciudades están dispuestas a facilitar las condiciones para que podamos operar», explica Blanco, que elogia la actitud del consistorio malagueño hacia el desarrollo de iniciativas relacionadas con la movilidad sostenible.

La empresa aspira a conseguir un acuerdo similar al que tiene con el Consistorio de Madrid: aparcamiento gratuito para sus coches en las zonas azul y verde. «Esto es clave para ser operativos», afirma Blanco. Además, las plazas que ya están reservadas para vehículos eléctricos –tanto en superficie como en parkings municipales– podrían también ponerse a disposición de los Emov. Según ha podido saber SUR, hay una reunión prevista entre representantes del Ayuntamiento y de la empresa para tratar este asunto en profundidad.

Emov trabaja con un único modelo de coche: el Citroën C-Zero, un modelo pequeño de cuatro plazas y maletero, con una autonomía teórica de 150 kilómetros que, en la práctica, se convierten en alrededor de 100. La empresa tiene sus propios puntos de carga rápida que permiten recuperar un 80% de batería en 28 minutos. En Madrid tiene actualmente dos centros de operaciones, adonde traslada sus coches para cargar, y va a instalar un tercero.

El acceso al servicio es 100% ‘online’: el usuario se baja la aplicación móvil, se registra e introduce sus datos de pago. A partir de ahí, cuando quiera usar un Emov sólo tiene que localizarlo y desbloquearlo mediante la ‘app’ . El precio de alquiler por minuto en Madrid es de 0,24 euros por minuto. «Un trayecto de 15 minutos sale por 3,6 euros», indica Blanco. Un día entero sale por 69 euros. Actualmente, en Madrid estos vehículos hacen una media de 13 ó 14 trayectos diarios.

El proyecto Emov surge de la alianza estratégica entre Eysa (la empresa gestora del estacionamiento regulado de Madrid) y el Grupo PSA, que puede que a muchos no les suene a nada, pero es el dueño de Peugeot, Citroën y Opel, entre otras marcas de automoción.