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Representantes políticos, empresariales, portuarios y de instituciones culturales junto a arquitectos, ayer en el OMAU.
La torre del Puerto, un icono ante los desafíos de una nueva Málaga

La torre del Puerto, un icono ante los desafíos de una nueva Málaga

SUR propicia un vivo debate con la sociedad civil y representantes públicos que constata el apoyo mayoritario al proyecto del hotel de José Seguí

Ignacio Lillo

Miércoles, 22 de marzo 2017, 01:16

El debate ciudad organizado por SUR en el OMAU se convirtió ayer en un punto de inflexión en torno a la relación entre el Puerto y la ciudad en la Málaga del siglo XXI. Ante una audiencia formada por más de cien personalidades del mundo de la economía, la política y la sociedad civil, el alcalde, Francisco de la Torre; el presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata; y los arquitectos José Seguí (autor del proyecto del hotel del Dique de Levante); y Jerónimo Junquera (que diseñó el Palmeral) moderados por el director de SUR, Manuel Castillo fijaron los retos de una relación que llega en el momento más fructífero de la ciudad en los últimos cien años.

A ellos se sumaron durante el debate posterior las voces del presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de Málaga, Javier González de Lara; el arquitecto coautor de la peatonalización de la calle Larios, Juan Gavilanes; el presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna; y el presidente de la Real Academia Malagueña de Ciencias, Fernando Orellana. Así como los representantes de los grupos políticos, de los colegios profesionales, de entidades sociales como el Club Mediterráneo y de la plataforma que se ha creado contra la construcción del hotel del Puerto, entre otros.

Entre los ponentes y participantes, la conclusión general fue que la torre del puerto está llamada a convertirse en un icono ante los desafíos de la nueva Málaga que ya se abre paso en el entorno de las ciudades más pujantes de Europa.

El alcalde, Francisco de la Torre, no dudó en definir la torre proyectada en el Dique de Levante como «el hito del siglo XXI en Málaga», que significa «la ambición de la ciudad hacia el mañana». El regidor recordó que es una idea madurada durante años (el Plan Especial lo contempla desde 2010) y las consultoras que asesoran a la promotora catarí Al Bidda, que impulsa el proyecto, concluyen que la ciudad ideal era Málaga, «lo que me llenó de orgullo como alcalde». «Aquí hay una propuesta concreta de unos empresarios que quieren hacerlo».

Emblema del despegue

Para Seguí, el salto a la modernidad de la ciudad se ha producido en este nuevo ciclo de los cien años que aparece a final del XX y principio del XXI, y arranca con la transformación de la calle Larios. «No es una casualidad, sino una causalidad, que es precisamente ahora cuando la ciudad se encuentra en ese momento crucial del nuevo ciclo en el que de nuevo la ciudad y su Puerto van a jugar un papel conjuntamente en la búsqueda de esa nueva mirada de modernidad». Seguí recordó las palabras que Gustave Eiffel escribió en el periódico Le Monde en 1887, ante el ataque que los artistas e intelectuales de París hicieron ante la rotura del paisaje de París de su torre en relación con la catedral de Notre Dame.

El coautor de la peatonalización de la calle Larios resumió con su intervención la perspectiva de la mayoría de los presentes entre los que el apoyo al proyecto hotelero era mayoritario: «Algo está pasando, y necesitamos algo que represente lo que está pasando, la torre es un emblema desde ese punto de vista». A su juicio, «nos da vergüenza hablar de la vocación turística de Málaga, con una potencia de iniciativa privada altísima. En la Costa del Sol por primera vez miran hacia nosotros, nuestra ciudad está más viva que nunca y en continuo cambio». Por lo que concluyó: «La torre es un emblema de la nueva Málaga a la que todo el mundo mira».

Aprobado desde 2010

Paulino Plata recalcó que la posibilidad de hacer un hotel en este espacio se contempla en el Plan Especial del Puerto desde 2010, y en este periodo ha habido multitud de plazos de alegaciones y periodos de exposición pública. Además, en 2012 hubo una primera propuesta de la Gerencia de Urbanismo para una torre de hasta 175 metros de altura, que era el máximo que permitía Aena: «Desde entonces, cualquier empresa podía haber presentado usos hoteleros en esa parcela». Al respecto, afirmó que el Puerto está cumpliendo estrictamente con la legalidad que determina la Ley de Puertos respecto a la concurrencia de proyectos.

Jerónimo Junquera abogó por ampliar el debate y propuso que ese espacio albergue un «hito funcional», esto es, un espacio que compatibilice distintos usos, como el del auditorio, junto con el alojativo. También reclamó que se termine de conectar la Marina con el Palmeral y propuso reformar la estación marítima del Melillero para convertirla en la «puerta de África».

Visiones a favor y en contra

El presidente de la CEA, Javier González de Lara, recordó que el Puerto es un polo de desarrollo empresarial y con vocación turística que necesita un marco estable. Por ello, reclamó «una visión estratégica», para atraer proyectos empresariales y generar empleo, de la mano del Clúster Marítimo y de la economía azul. Para ello, esgrimió como retos la seguridad jurídica, la facilidad a las empresas, la lealtad institucional y la eficiencia administrativa. «Si no lo hacemos, esa oportunidad que es el hotel lo tendrá difícil».

Entre los detractores del proyecto, José Manuel Cabra de Luna, presidente de la Academia de Bellas Artes de San Telmo, consideró que la ciudad necesita un medio no sólo bien organizado sino también poético y estético. «Queremos que se defina bien el problema, con una solución unificadora, desde el rigor y el sosiego, porque lo que se haga será irreversible». Al tiempo, rechazó «falsas modernidades». En la misma línea, el presidente de la Academia de Ciencias, Fernando Orellana, reclamó una visión a medio y largo plazo y para las generaciones venideras. «El futuro tiene que pasar por el mar y el Puerto, pero con un plan amplio de integración con la ciudad».

Juan Antonio Triviño, responsable de UGT en el Puerto y portavoz de la plataforma Defendamos nuestro horizonte, recalcó que más de 2.200 ciudadanos ya han firmado su manifiesto. «No queremos ese edificio en ese sitio, el morro tiene que ser para el disfrute de los ciudadanos al margen de la condición económica», advirtió.

A nivel político, Juan Cassá, portavoz de Ciudadanos, le respondió que 2.000 firmas «no son todos los malagueños», mientras que los tres grupos que apoyan el proyecto representan al 80% de la ciudadanía. «Nuestro horizonte es el futuro de Málaga y por eso lo apoyamos». María del Carmen Moreno, del PSOE, dijo que la ciudad tiene «una oportunidad histórica de progreso y modernidad, que, a su juicio, se debe articular mediante una reforma del Plan Especial y en convivencia con los usos netamente portuarios. Ysabel Torralbo, portavoz de Málaga Ahora, rechazó la torre por su impacto paisajístico y medioambiental, y exigió un proceso participativo suficientemente amplio que hasta ahora, a su juicio, se ha negado.

Entre los representantes de la sociedad civil, Manuel Narváez, presidente del Club Mediterráneo, recordó el rechazo que suscitó al principio la peatonalización de la calle Larios, y destacó que la opinión mayoritaria de sus socios es la de seguir avanzando. «Málaga no llega ahora al mar, se trata de llevar Larios a un kilómetro y medio mar adentro. Desde el Club Mediterráneo apoyamos este hotel claramente y que la ciudad no pare de crecer».

El presidente del Colegio de Periodistas, Rafael Salas, comentó: «Si el hotel se frustra, Málaga será un cementerio de proyectos». La conclusión general la dio Ángel García Vidal, presidente del Colegio de Ingenieros de Caminos, para quien la torre puede ser «locomotora de un nuevo impulso a la ciudad».

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