El Ayuntamiento aporta 9,7 millones más para cubrir el déficit de Limasa en 2015

La casualidad ha querido que justo después de que la ciudad haya padecido 11 días de huelga de basuras se tengan que aprobar las cuentas anuales de Limasa. Y éstas vuelven a demostrar lo caro que le acaba saliendo al Ayuntamiento de Málaga en su doble condición de cliente y titular del 49% de las acciones. Si por la prestación de los servicios de limpieza viaria, recogida de residuos y su posterior tratamiento las arcas municipales pusieron 71.083.609 euros, en la factura también hay que añadir una aportación extra de 9,7 millones para cubrir el déficit de la entidad, lo que supone un incremento del 13,7% respecto a 2014 (8,5 millones) y eleva hasta los 75,8 millones el dinero de más que ha tenido que poner el Consistorio desde 2004 para restablecer el equilibrio financiero.

Un sobrecoste que se viene abonando desde entonces en cumplimiento de una cláusula añadida al contrato inicial con la que la parte privada (FCC, Urbaser y en menor medida Sando y Unicaja) se garantiza por escrito que la sociedad no solo tenga que cerrar cada año en positivo sino llegar a dar un beneficio mínimo del 2% para compensarles por nuevos trabajos encomendados y por las subidas salariales por encima del IPC que en los años de bonanza fue aprobando el equipo de gobierno para evitar conflictos laborales. Con este desembolso extra se consigue que los números de Limasa vuelvan a cuadrar, ya que los únicos ingresos que genera al margen de la factura que le cobra al Ayuntamiento son los derivados por la venta de material reciclado, que en 2015 le permitieron embolsarse 5,1 millones.

Por consiguiente, Limasa vuelve a cerrar en positivo, aunque por cuarto año consecutivo no habrá reparto de dividendos después de que los privados hayan renunciado a esos 600.000 euros que aproximadamente le corresponden cada año, un paso que se formalizará en el consejo de administración que la entidad celebrará mañana.

A lo que no renuncian los socios privados es al polémico canon de asistencia técnica, un concepto que amparado en tareas de asesoramiento jurídico, legal e informático les reporta cada año el 2,5% de la facturación y que en 2015 se tradujo en 2.019.081,69 euros. Un montante que se suma a los 24,6 que se llevan abonados desde el inicio de la concesión en abril de 2001 y que, tal y como quedó patente en la comisión de investigación, la empresa no aclara en qué se han gastado.

Deuda municipal

Por otra parte, la memoria anual de Limasa también contempla que el Consistorio mantenía a 31 de diciembre una deuda de 20 millones de euros, de los que 10,3 corresponden a certificaciones del servicio correspondientes a noviembre y diciembre, y los 9,7 citados anteriormente como compensación. En este sentido, cabe reseñar que este montante se abona a año vencido, computando dentro de los 85,9 millones que salen del presupuesto municipal para la prestación del servicio. Un camuflaje que no habrá forma de evitar cuando el contrato expire en abril de 2017.

Por otra parte, las cuentas del pasado ejercicio también reflejan que el gasto en el capítulo de personal (nóminas y seguros sociales) rompió la tendencia a la baja de los últimos años y subió hasta los 61,6 millones. La plantilla media durante todo el año fue de 1.514 trabajadores, de los que 1.354 son fijos y el resto incorporaciones temporales, de las que apenas una cuarta parte fueron a tiempo completo. Respecto a la plantilla, también es reseñable que únicamente hay 210 mujeres. En cuanto a la remuneración de los 15 miembros del comité de dirección, se situó en 997.926,52 euros, apenas 20.000 euros menos que en 2014 a pesar de que el año anterior eran 16 los directivos.