El fin de la renta antigua obliga a Aparicio a cerrar la confitería de los Mártires

Una de las pastelerías del Centro de Málaga con más solera se ve abocada al cierre por el fin de los contratos de la llamada renta antigua el próximo 31 de diciembre. Se trata de la confitería Aparicio que existe en la esquina entre las calles Comedias y Santa Lucía, frente a la parroquia de los Santos Mártires. Según explicó su propietario, Francisco Aparicio, la aplicación de la Ley de Arrendamientos Urbanos de 1994, que supondrá el cierre de casi medio millar de pequeños comercios de la provincia a partir del 1 de enero, impide prorrogar el contrato de alquiler por el que se mantiene abierto este negocio en esta esquina desde el año 1956.

«El propietario no quiere renovar y ello nos obliga a echar el cierre el próximo día 31 de diciembre, lo que va a suponer que tendremos que prescindir posiblemente de cinco empleados entre dependientas y trabajadores del obrador», explicó Aparicio, quien lamentó que los responsables políticos «no se hayan dado cuenta de la tragedia que significa para muchas familias la aplicación de esa ley». «Esto solo da pie a la especulación», insistió este empresario, quien exigió que las administraciones frenen la situación generada porque «quedarse parado hoy es la peor desgracia que le puede suceder a una persona sea mayor o joven». La cadena de confiterías Aparicio sí seguirá contando con su negocio central de Capuchinos, así como el que posee en el paseo de Reding y el que abrió hace pocos años en la calle Calderería.

También en la céntrica calle Santa Lucía se encuentra la tienda de discos Candilejas, cuyo responsable, José Antonio Castañeda, ya expresó a este periódico (ver SUR 16/11/2014), su temor a tener que cerrar a finales de este año, tras 27 en este lugar, por el final de la renta antigua.

La pasada semana se presentó en Málaga una plataforma de empresarios para pedir una moratoria en la aplicación de la ley de 1994.