Rubén Fernández: «Mientras me pegaban me decían comunista hijo de puta»

«Comunista hijo de puta». Eran las palabras que el portavoz del Sindicato de Estudiantes en Málaga, Rubén Fernández, escuchaba mientras sufría una «brutal agresión» por parte de tres jóvenes, dos de los cuales iban con la cabeza rapada. Así lo denuncia Fernández, quien señala como autores de los hechos a integrantes de un grupo de extrema derecha.

Los hechos tuvieron lugar el pasado miércoles, sobre las 08.50 horas. El representante sindical había asistido a una asamblea de Podemos que se celebró en el Parque del Norte. Una vez que finalizó se dirigió a una parada de autobús en la avenida Carlos Haya, allí habrían sucedido los hechos.

Fernández recuerda que la parada estaba llena de gente y que, cuando llegó el autobús y se encontraba en la cola para subirse, tres jóvenes salieron de detrás de un contenedor de basura que estaba al lado. «Me preguntaron si era del Sindicato de Estudiantes, respondí que sí y comenzaron a lloverme los golpes», apunta.

Explica que, mientras le pegaban, cayó encima de la puerta de entrada del autobús y que eso fue lo que le salvó: «Tenían muy poco espacio para golpearme». Insiste que las personas que iban en el interior del vehículo de transporte, «muchos padres con sus hijos pequeños», comenzaron a gritar y que estaban «muy asustadas».

«En un momento dado logré rehacerme. Les empujé y salieron corriendo después de darme alguna última patada. Yo conseguí refugiarme en el interior del autobús», relata el representante sindical malagueño.

No fue una agresión larga. Fernández señala que solo duró unos 20 segundos, pero sí le marcó la «violencia brutal» con la que le golpearon los tres individuos: «Me daban con toda su fuerza, por la cabeza, el cuello y se ensañaron con patadas en los testículos».

Parte de lesiones

Tras la agresión, el representante de los estudiantes recuerda que se marchó al hospital donde le extendieron un parte de lesiones. Expone que luego se marchó a una comisaría de Policía en la que puso la correspondiente denuncia por los hechos que habían sucedido.

Fernández asegura que estaba todo preparado, y así se lo trasladó a las autoridades. Asimismo, indica que no es la primera situación de este tipo a la que se enfrenta: «Me han esperado en la puerta de casa y algún día va a pasar una desgracia».

Recuerda que pasó miedo, pero que él es un joven grande y teme más por los menores de 16 o 17 años que se acercan a las asambleas del Sindicato de Estudiantes o por las personas mayores que acuden a las reuniones de Podemos. Fernández asegura que todo estaba preparado.

Aun así, el representante de los estudiantes dice que uno no puede amedrentarse tras estos hechos, ya que «es lo que buscan» los grupos de extrema derecha con estas acciones. «Nos reafirmamos en lo que hacemos. Estas cosas nos unen y nos dan fuerza», concluye.