Elena Cortés: «Dentro de unos años no nos acordaremos de lo que era Málaga sin el metro»

La sesión de fotos transcurre en el intercambiador del Perchel. A la consejera de Fomento, Elena Cortés, no le gusta posar. Pero esta vez acepta: solo faltan cinco días para inaugurar la mayor infraestructura de la historia de la ciudad.

¿Se veía alguna vez como protagonista de este hito?

Ha costado mucho trabajo poner una fecha de inauguración a una obra tan importante para Málaga. El objetivo que nos pusimos cuando llegamos a la Consejería de Fomento y Vivienda fue dar viabilidad al metro, que se encontraba en una situación muy complicada, y ese esfuerzo y ese empeño han dado sus frutos. Lo que nos llevó también a hacer un proyecto viable: lo podemos abrir porque lo hemos cambiado y le hemos dado presente y futuro.

¿Qué papel asume en este logro?

Un papel compartido con el equipo de la Consejería y de la Delegación territorial, que ha demostrado solvencia y capacidad de proponer alternativas que permitieran darle viabilidad, es decir, que los malagueños tuvieran su metro, que ya es de la gente. Este Gobierno andaluz ha hecho un ejercicio de austeridad, no entendida como recortes sino como eficiencia en el gasto del dinero público, y aquí están los resultados.

Llegan a un proyecto que ya tenía un recorrido muy largo. ¿Qué ha aportado IU a la Consejería de Fomento?

Aprender las lecciones de la crisis, que el metro salga vivo de esta situación y poner encima de la mesa un proyecto que permite tener una red completa en el 2017.

En este punto, le pregunto por las polémicas declaraciones de sus compañeros en Málaga, que además de asumir el papel protagonista hablaron del perfil bajo de otras formaciones.

Insisto: este Gobierno andaluz ha dado una lección de austeridad, de aprender las lecciones de la crisis y de darle presente y futuro al metro. Y eso lo ha hecho este Gobierno.

¿Qué papel cree que han tenido el Ayuntamiento y sus antecesores en Obras Públicas?

Yo prefiero mirar el presente y el futuro. Creo que todos los malagueños conocen la historia del metro, que comienza en el año 2003, que ha tenido distintos recorridos, con cambios de proyecto desde 2004 que han tenido sus consecuencias para la obra, para la ciudad y para el presupuesto. A este Gobierno, y a la Consejería de Fomento y Vivienda lo que nos ha tocado es sudar tinta china para sacarlo vivo de la crisis, dárselo a los malagueños y hacer que Málaga sea la séptima ciudad de España con metro, lo que va a revolucionar la movilidad.

Qué le diría a los vecinos y comerciantes que han soportado las obras?

Que ahora van a poder disfrutar del metro; que lo utilicen, porque va a cambiar la movilidad; y también ha cambiado la ciudad desde el punto de vista de cómo se ha reurbanizado y ganado espacio público. Con eso también ganan los comerciantes. Animo a los abuelos a que enseñen a sus nietos a utilizar el metro, a que lo disfruten con ellos, porque las personas mayores han protagonizado cambios muy importantes en Málaga, son la memoria viva de la ciudad, y van a protagonizar también este.

Revolución de la movilidad

¿Qué cambios va a suponer para Málaga ?

Ya ha supuesto cambios evidentes en cuanto a la mejora del espacio, allí por donde ha pasado. La ciudad va a contar con un servicio público que le va a permitir moverse, aminorando el tiempo y el coste, especialmente para aquellos que dejen de utilizar el automóvil, lo que es evidente que se va a producir. Málaga va a tener una mejora en cuanto a la movilidad, con todo lo que eso supone, con menos automóviles en las calles, con una ciudad más humana y amable. Es una revolución, esta es la obra pública más importante desde hace mucho, y hay que disfrutarlo, usarlo y convertirlo en una seña de identidad.

Usted heredó el proyecto, ¿cómo lo habría hecho de haber sido suya la decisión desde un principio?

La gente de IU de Málaga planteaba el proyecto original, fundamentalmente en superficie, como en muchas otras ciudades europeas, que entienden hacer infraestructuras como la manera de hacer ciudad, de mejorar el espacio público. Así era el proyecto original que luego sufrió cambios, a partir de 2004. Y aquí estamos, con un metro que tiene un 72% soterrado y el resto en superficie.

Justo al contrario de lo que se planteó al principio, cuando era el 75% en superficie y el 25% soterrado.

Justo al contrario. Hay modelos de ciudades europeas donde los servicios públicos colectivos son en superficie. Pero lo que me parece importante, desde la reflexión, además del coste, porque el dinero de la gente hay que cuidarlo como oro puro y cuesta mucho trabajo pagar impuestos, es la concepción de que las infraestructuras tienen también que mejorar las ciudades. Cuando nosotros llegamos a la Consejería tuvimos la responsabilidad de darle presente y futuro a una obra que tenía una situación bastante complicada desde el año 2011.

¿Cómo habría sido una Alameda con un tranvía, que fue su primera propuesta casi recién llegada?

Un mejor espacio ciudadano, porque las ciudades son para los ciudadanos, para las relaciones. Distinta. Pero la virtud que tiene la solución que le pusimos al Ayuntamiento encima de la mesa es la de darle viabilidad, que el dinero que se había invertido tuviera rentabilidad social, que fuese útil para los ciudadanos y que llegase al corazón de la ciudad, hasta Atarazanas. Esa fue la propuesta que planteamos y que suscitó el consenso de todas las partes implicadas, que no eran pocas. Y el alcalde (Francisco de la Torre) en el momento más crítico actuó con responsabilidad y acogió esa alternativa.

Hay cierto baile de cifras, ¿cuánto ha costado hasta ahora y cuánto costará cuando esté terminado?

El presupuesto son 794,6 millones en total. Ya se han invertido 636,9, de los que 599,64 corresponden a lo que ahora se pone en marcha. Con este nuevo proyecto hemos logrado que no haya un menoscabo de las arcas públicas, hemos evitado gastar en torno a 400 millones más (incluidas las posibles indemnizaciones por retrasos a la concesionaria),con esta solución que es eficaz, es útil y le da solvencia. Cuando esté completa la red, en 2017, tendrá una previsión de 20,7 millones de viajes al año. Gracias a que cambiamos el proyecto le hemos dado presente y futuro y ya es una realidad que están viviendo los ciudadanos. A partir del 30 de julio el metro será parte de la vida cotidiana de muchos malagueños.

Cree que será posible llegar al Centro? ¿e queda algún resquemor?

En absoluto. Hemos licitado los casi 45 millones para llegar a Atarazanas y está en información pública la línea 2 en superficie hasta el Hospital Civil, con un trabajo serio, solvente y riguroso.

¿Cree que el Ayuntamiento le va a dejar hacer la prolongación en superficie hasta el Civil?

Yo pienso cumplir mi palabra dada, me imagino que el Ayuntamiento también. La palabra dada es ese proyecto, firmado, y que además está dando sus pasos con la licitación del tramo al Centro y con la exposición pública de la línea 2 en superficie.

¿Cómo van las negociaciones con la constructora del tramo de Callejones del Perchel?

Estamos intentando defender el interés general, el dinero público, con uñas y dientes, porque, insisto, el dinero público es oro puro. No podemos asumir lo inasumible, que son unos sobrecostes millonarios. Tenemos el objetivo de darle una solución lo más rápida posible a esa situación del Perchel.

Sin restablecer la superficie en ese tramo no parece que el Ayuntamiento le vaya a autorizar a seguir hacia la Alameda. Los plazos están ajustados porque se pretenden iniciar esos trabajos a principios del año que viene y faltan cinco meses.

Hay que cumplir con la palabra dada y con los hitos para que la ciudad tenga su red en el año 2017, y ese es el compromiso de la Consejería de Fomento que vamos a cumplir.

¿Espera poder iniciar las obras en la Alameda el año que viene?

Hemos licitado la obra, se adjudicará y comenzarán los trabajos.

¿Para entonces habrá una solución al tramo anterior?

Para mucho antes tiene que haber una solución. Además, no solamente es el hecho de ampliar y completar la red que esta ciudad se merece, y que hemos acordado entre el Ayuntamiento y el Gobierno andaluz, el BEI y la concesionaria; sino que además genera empleo desde el punto de vista de la obra civil y de los trabajadores que lo van a poner en marcha.

Los malagueños, cuando se les pregunta, casi siempre responden lo mismo: está muy bonito pero cuándo llega al Centro?

Eso es importante por dos cosas: la primera, porque veo ganas de metro, y eso hace que todo esto tenga sentido. Por fin es de la gente, que es para lo que se construye una infraestructura como esta. El pueblo de Málaga inaugurará su metro el día 30 de julio. Lo que les diré es que hemos licitado ya esa obra y que el objetivo es que en el 2017 se produzca la llegada al corazón de la ciudad con la parada de Atarazanas.

Lecciones del pasado

¿No le preocupan las elecciones?

Me preocupan políticamente.

¿En cuanto al metro?

No, creo que hay que aprender las lecciones de la crisis, y este metro las ha aprendido. Y también hay que aprender a sacar las infraestructuras del debate partidario, cuando hay un acuerdo, como es el caso. Otra cosa es el debate acerca del modelo, cómo concebimos la ciudad y los servicios públicos. Ahora, situar en el debate partidario algo que está acordado que es bueno para la ciudad, que va a generar empleo y que va a permitir que Málaga tenga una red de metro no es positivo y espero que no se dé, que se aprendan también esas lecciones. Estoy segura de que sí, porque la política tiene que ser útil para resolver los problemas de los ciudadanos y para dar respuestas, no para generar más problemas. El metro ha sido muy recurrente durante mucho tiempo, he estado viendo algunas de las portadas que desde SUR habéis seleccionado, y ese acuerdo del 27 de septiembre entre el alcalde y la presidenta (Susana Díaz), que luego se firma en noviembre, nos permite sacar el metro de ese debate partidario. Habría que hacer pedagogía sobre los diez años que esta ciudad ha debatido, ha dialogado y se ha sorprendido, para aprender que es lo que hay y lo que no hay que hacer. Cuando hay un acuerdo tiene que ir hasta el final, porque es bueno para los ciudadanos.

¿Cree que habrá un antes y un después del día 30?

Sin duda. Seguramente dentro de algunos años no nos acordaremos de lo que era Málaga sin el metro. Es una conquista absoluta del pueblo tener una infraestructura como esta.

¿Cuándo se reunirá con el alcalde?

Tenemos fecha cerrada para el 1 de agosto.

¿Qué escollo existe con el listado de obras de movilidad?

Nuestra voluntad es llegar a un acuerdo, siempre lo ha sido y lo seguirá siendo, y para eso hemos puesto una ruta: tienen que ser obras de movilidad financiadas al 100% por el Ayuntamiento de Málaga.

¿Hay por tanto algunas obras en el listado que parece que no lo son?

Parece que no lo son. No tendría mucho sentido que la Junta pagara dos veces una misma obra. Tenemos voluntad de llegar a un acuerdo y hemos dicho cómo hacerlo.

Entiendo que propone aportar alguna otra obra distinta.

Propongo llegar a un acuerdo sobre esas bases que hemos planteado.

Sobre la tarifa técnica, inicialmente lo firmado en 2003 es que la Junta pone el 75% y el Ayuntamiento el otro 25%. El alcalde ha pedido una rebaja. ¿Qué perspectivas hay?

También tenemos la voluntad de llegar a un acuerdo. Le hemos desmenuzado al Ayuntamiento por qué se aumenta esa tarifa técnica, fundamentalmente por los cambios en la obra a partir de 2004, y las complicaciones, como los hallazgos de restos arqueológicos. Desde la Consejería hemos dado todo tipo información al Ayuntamiento y sigue en pie esa propuesta para que forme parte de la sociedad Metro de Málaga. Le hemos explicado que cuando aumenta el precio de la obra y cuando hay una demora como la que ha habido aumenta la tarifa técnica, está sustentado sobre análisis técnicos rigurosos. Y hay un convenio firmado sobre el porcentaje a la hora de sufragarla. Lo que estamos haciendo en definitiva es que el metro pueda tener un precio razonable y asequible para la ciudadanía: 0,82 euros si se viaja con bono y 0,66 si hay un transbordo. Esa es la diferencia entre la tarifa técnica y el precio que pagan los malagueños.

El Consejo Consultivo ha puesto reparos al nuevo contrato...

El Consejo Consultivo, en un informe que no es vinculante, plantea que es el Gobierno andaluz el que tiene que tomar la decisión en defensa del interés general. A mi juicio, hace una foto fija sin tener en cuenta no solamente la crisis sino toda la andadura del metro. Y eso es lo que ha hecho el Gobierno andaluz, tomar una decisión en defensa de la viabilidad del proyecto.