Secciones
Servicios
Destacamos
Vanessa Melgar
Viernes, 20 de enero 2017, 01:15
La ciudad del Tajo se levantó cubierta de blanco, con un volumen histórico de 25 centímetros (hasta 45 en algunos puntos) según el Ayuntamiento, que estima que no se registraba algo así desde 1962, hace más de medio siglo. En cambio, Aemet y la Red Hidrosur de la Junta rebajan esta cifra a unos 16,4 centímetros, con lo que se acercaría a los episodios de 2010 y 2008. En cualquier caso, desde el Centro Meteorológico no descartan que se haya recogido más cantidad. Así, no extraña que el núcleo urbano estuviera incomunicado por carretera durante la mañana, con todas las vías de acceso cerradas al tráfico. Además, los colegios e institutos permanecieron cerrados por la dificultad para que los alumnos pudieran llegar a clase.
Los copos, que empezaron a cuajar el miércoles por la noche, alteraron por completo la vida cotidiana de la localidad, convirtiéndola en un caos, especialmente a primera hora de la mañana, cuando muchos rondeños se dispusieron a coger sus vehículos y desplazarse hasta sus lugares de trabajo. La estampa, aún de noche, fue la de coches mal aparcados y atrapados en vías con cierta pendiente; conductores resignados sin poder moverse y efectivos de los distintos cuerpos de seguridad, especialmente, de la Policía Local, tratando de ayudar a los afectados.
A ellos se unieron tres retroexcavadoras y dos tractores, que retiraron la nieve acumulada y esparcieron sal, más de 1.700 kilos, según explicó el concejal de Obras del Ayuntamiento rondeño, Francisco Márquez. «Se han registrado más de 300 incidencias, sobre todo relacionadas con el tráfico, pero ninguna grave». El Consistorio movilizó a unos 70 efectivos, junto con otros operativos, para limpiar las calles. Además, el Consistorio optó por cerrar el emblemático Parque de la Alameda del Tajo, un espacio que se asoma a las cornisas de la garganta, ante el peligro de desprendimientos de ramas de los árboles. Se activó el Plan Local de Emergencias en colaboración con la Subdelegación del Gobierno y la Delegación del Gobierno andaluz.
Las consecuencias más importantes estuvieron fuera del casco urbano, en las carreteras. Ronda permaneció aislada ante el cierre del tráfico en las cuatro vías de acceso y salida, una situación que también se dio en 2015, cuando los copos cuajaron en la localidad, aunque en menor medida. Así ocurrió con la carretera A-372, que conecta con Montejaque (reabierta a las 17.00 horas). Mientras, en la A-7276 (Cuevas del Becerro); la A-366 (El Burgo) y en la A-369 (Gaucín) era obligatorio el uso de cadenas al cierre de esta edición. Además, estaba prohibido el acceso a camiones y autobuses, según la información facilitada por la DGT. El principal accidente se produjo en la carretera de Sevilla (A-374)que también tuvo que cerrar a la circulación y donde un camión, procedente de la capital hispalense, quedó atravesado en mitad de la calzada, aunque sin víctimas. La Junta, encargada del mantenimiento de las carreteras, movilizó al personal de conservación junto con dos motoniveladoras, cuatro retroexcavadoras, cuatro tractores con abonadoras y cuatro camiones. El acceso al parque natural Sierra de las Nieves también quedó clausurado por riesgo para los visitantes.
Un total de 43 centros educativos de la comarca no recibieron a sus alumnos al suspenderse las clases, una medida que propició que muchos estudiantes, sobre todo, adolescentes, se lanzasen a las calles para tirarse bolas de nieve y para fotografiarse en lugares como la Alameda (permaneció abierta por la mañana), el Templete de Blas Infante, el entorno de la plaza de toros, el Puente Nuevo y el Mirador de Aldehuela, entre otros. «Ronda está preciosa, el día es para disfrutar de este paisaje... la pena es que estamos incomunicados y muchos no podrán venir desde fuera», dijo Daniel Harillo, en la Alameda, mientras inmortalizaba a su familia con la estampa invernal de fondo.
La fuerte nevada no sólo afectó a las comunicaciones con los pueblos del interior de la Serranía, sino que incluso afectó al trabajo concreto en hospitales y centros sanitarios. En Cuevas del Becerro estuvieron toda la mañana sin médico porque el profesional no pudo llegar hasta su puesto de trabajo; y en el centro de salud de Benaoján se trabajó a medio gas, ya que sólo estaban los profesionales que habían estado de guardia la noche anterior. La alcaldesa de esta última localidad, Soraya García Mesa, explicó que en el pueblo también se vio muy afectada la fábrica de embutidos, ya que los camiones salieron de madrugada a realizar el reparto y se quedaron bloqueados en medio de la carretera por la nevada. «Protección Civil ha estado toda la noche atendiendo urgencias», dijo la regidora.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.