Triunfo pleno a caballo en Ronda

Una entretenida corrida de rejones, donde los caballeros estuvieron por encima del descastado ganado, puso ayer el punto y final a los festejos taurinos en el bicentenario coso de Ronda.

Una tarde con argumentos que permitió la salida a hombros de Fermín Bohórquez en su despedida de la afición de la Ciudad del Tajo tras una actuación donde imperó su rejoneo clásico; Pablo Hermoso de Mendoza, que volvió a dar una lección magistral de toreo a caballo; y la savia nueva de una Lea Vicens que causó una grata impresión en una tarde de gran responsabilidad para la amazona francesa.

Fermín Bohórquez tuvo un primer oponente codicioso y noble de salida al que clavó un rejón trasero sin partir que causó daño ya que el animal sangró en demasía, lo que fue apagando su embestida. A lomos de Brasil, el jerezano dio muestras de su buena doma y clavó con facilidad las banderillas ante un burel que cada vez se fue aplomando más. Destacaron dos buenos pares a dos manos. Mató de rejón trasero.

A su último toro en Ronda, actuación que brindó a Francisco Rivera Ordóñez, lo recibió a portagayola con la yegua Rubia, pero el toro tuvo poca acometividad. En banderillas terminó muy parado y todo lo tuvo que hacer el rejoneador. Volvió a destacar a dos manos. Dejó un rejón contrario.

Hermoso de Mendoza tuvo en suerte el mejor toro de la tarde, el segundo al que paró encelándolo en la cola de Napoleón, con Berlín llegó el recital en banderillas de temple llevándolo de costado y metiéndolo muy cerca del estribo. Emoción que subió revoluciones con Viriato con un rejoneo muy puro y de frente.

Tres cortas fueron el epílogo antes de dejar un rejón contrario y caído. El quinto fue un toro muy manso y descastado aquerenciado en tablas, donde el navarro tuvo que ponerlo todo de su parte. Pinchazo y rejón trasero.

Se presentó en Ronda Lea Vicens y dejó un buen sabor de boca. Con un rejoneo clásico con gotas de espectacularidad bien entendida, la francesa cuajó una gran actuación ante dos toros complicados que no la amilanaron. Destacó a lomos de su caballo Bético en ambos toros con un rejoneo templado y seguro. Su primero fue dificultoso para matarlo y tuvo que descabellar. Al último le dejó un pinchazo antes de un rejón trasero.