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Prácticamente con un ambiente tenebroso, así es La Pasión de Casarabonela.
La Pasión de Casarabonela, una pieza solemne

La Pasión de Casarabonela, una pieza solemne

Treinta años después de su primera representación, esta obra sigue manteniendo el mismo carácter dramático

Iván Gelibter

Lunes, 30 de marzo 2015, 01:32

Con una luz tenue y bajo un silencio sepulcral. Lejos de los grandes escenarios y con un número más reducido de actores. Así fue y será este martes (última representación), La Pasión de Casarabonela, en la que la sobriedad y el recogimiento son las principales características de una de las representaciones en vivo que se hacen en la provincia de Málaga durante la Semana Santa. Se trata de una obra, la de este municipio, menos famosa que otras escenificaciones como Riogordo o Carratraca, pero con una solemnidad que la hace diferente, intensa e incluso estremecedora, y que se puede ver hasta este Martes Santo en este pueblo de la Sierra de las Nieves.

Desde el comienzo de esta representación, que se produjo bajo la mirada atenta y el silencio cómplice de los espectadores, se notó que una de las grandes diferencias de esta versión teatralizada con respecto a otras opciones se hallaba concretamente en que toda la trama se desarrolló en el interior de un templo, la iglesia parroquial de Santiago Apóstol, situada en la zona alta de esta localidad. Uno de los momentos más espectaculares fue la saeta que cantó el conocido artista local Bonela Hijo.

A diferencia de otros rituales, La Pasión de Casarabonela tomó la opción, hace algunos años, por localizarse en una escena mucho más recogida e íntima, y además con la ausencia total de cualquier decorado. La Pasión de Casarabonela, que renunció claramente a los paisajes exteriores para centrarse en el texto bíblico, intentó con ello proponer una reflexión intensa sobre el pasaje de biblia relacionado con la pasión de Cristo. Toda la austeridad y el ambiente tenebroso de la representación sirvió, sin lugar a dudas, para acentuar el dramatismo de la obra religiosa, que tiene momentos muy destacados por su emotividad, como la crucifixión. Y ayer, en este Domingo de Ramos de 2015, no cambió un ápice sobre lo que lleva siendo los últimos treinta años.

Aunque esta obra se volverá a representar este martes, al tener un aforo limitado, las entradas se suelen reservar en su mayor parte de forma anticipada (a través del teléfono 699 31 22 93), ya que no sólo capta la atención de los habitantes del pueblo sino también de aficionados a este tipo de escenificaciones religiosas.

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