Lady Gaga: Una diva en el Marbella Club

La nómina de famosos que aterriza en Marbella en busca de unos días de asueto, relax o fiesta se acaba de incrementar con la cantante Lady Gaga que oficialmente ya es fan de la ciudad. De ello ha dejado constancia en Instagram: «Adiós, Marbella. Tu hermosa luz del océano y carácter amigable nos han rejuvenecido a mí y a Asia». Así lo contaba esta misma mañana antes de abandonar el lujoso hotel Marbella Club en el que ha permanecido cinco días junto a un grupo de amigos. Con casi 5 millones de seguidores en Instagram y 42 en Twitter, seguro que ha captado la atención de un buen puñado de futuros turistas.

La cantante, inmersa en plena gira de conciertos, optó el pasado sábado por tomarse un respiro. Por ello, tras actuar en Barcelona, decidió hacer escala en Marbella antes de afrontar su concierto en Lisboa. Según pudo conocer este periódico, un 'road manager' de la cantante llamaba el sábado de madrugada al hotel anunciado la llegada de la camaleónica artista, que se ha alojado en la mayor villa de lujo del mítico establecimiento, una residencia de unos 6.000 metros cuadrados decorada con obras de artes, vistas al mar y servicio de mayordomo y cocinero propios. La comitiva reservó además otras cinco o seis habitaciones para los acompañantes.

Lejos de lo que pueda pensarse -sobre todo por las habituales excentricidades que rodean a la cantante- Lady Gaga ha dedicado su estancia en Marbella a descansar, pasear a pie y en bicicleta frente al mar, y darse algún que otro tratamiento de belleza en los exclusivos centros de los que dispone el hotel. "Ningún capricho o exigencia", asegura a SUR personal vinculado a Marbella Club. Se ve que todo ha sido de su agrado. Así lo ha contado en su cuenta de Twitter e Instagram, donde ha colgado varias instantáneas en la playa y en las instalaciones del hotel. Alguna de ellas acompañada por su inseparable perra Asia. Pero además, la cantante ha querido prolongar al máximo su visita. De hecho, el lunes viajó a Lisboa para ofrecer su concierto y tras el mismo regresó de nuevo a Marbella, donde ha permanecido hasta esta misma mañana, cuando ponía rumbo al aeropuerto con dirección a Birmingham donde esta misma noche actúa. La estética elegida no estaba destinada desde luego a pasar desapercibida entre los viajeros del aeródromo malagueño: chaqueta quimono en dorado, taconazos, y una larga capa de color rojo.