Joaquín Cortés, cara a cara con su público

Tras 30 años sobre los escenarios Joaquín Cortés ha elegido Marbella para dar un paso más y aproximarse a su público desde una perspectiva diferente. También sobre un escenario, pero esta vez sentado para hablar de su experiencia y para responder a las preguntas de un público entregado. Entre el respetable, el tenista Manolo Santana, reconocidos empresarios de la ciudad y muchos de los maestros y maestras de baile de las academias locales, algunas acompañadas por sus alumnas.

Arropado por un sonoro aplauso y bajo los gritos aduladores de ¡guapo! y ¡macho!, el bailarín entró pisando fuerte las tablas, confiado y sonriente, vestido de negro y, sorprendentemente, oculto tras unas gafas de sol que no tardó en quitarse ante la petición del público. Cerca de 400 personas ansiosas por conocer más detalles de la vida personal y de la trayectoria profesional de su ídolo.

El encuentro nace fruto de una necesidad mutua, tanto del artista como de su público. «Después de 30 años dando vueltas por el mundo, recorriendo 80 países, la gente quiere saber más de ti como persona, quiere acercarse a ti y conocerte más y mejor», explica Cortés que asegura estar encantado con que la gente conozca su parte más humana y algunas de las innumerables anécdotas que ha vivido.

Y precisamente en eso consistió la clase magistral, un recorrido por su vida profesional y por algunos de los momentos más peculiares, emotivos o divertidos. Desde Córdoba, su ciudad de nacimiento, hasta la Casa Blanca, donde bailó para el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush y numerosas personalidades diplomáticas de Sudamérica, pasando por el teatro de Los Campos Elíseos en París, donde estrenó su primer espectáculo o por el Bolshoi. Desde aquel joven que alquilaba los trajes en su estreno parisino, hasta el hombre que baila con diseños de Armani.

El bailarín cuenta con un público muy fiel en el extranjero y entre la concurrencia había personas procedentes de Francia, Gran Bretaña, Rusia, Alemania o India que pudieron descubrir algunos de los secretos del artista (el evento contó con traducción simultánea al inglés), como el de la base de su inspiración, fundamentada en el origen del pueblo gitano en la India.

La sorpresa se la llevó una niña que tras pedirle consejos a Cortes para crecer en el mundo de la danza, el artista la invitó a su espectáculo Gitano con pase para el backstage donde podrá conocer los entresijos de la obra.

Antiglobalización

Después de responder a preguntas sobre sus encuentros con celebridades internacionales, incluso sobre su base espiritual, momento en el que tuvo unas palabras en recuerdo de su madre ya fallecida, llegó la cuestión sobre el futuro del flamenco. Y en su respuesta nos sorprende descubrir una faceta antiglobalización, en el mejor sentido de la palabra, al tratarse de un hombre que ha recorrido el mundo a lo largo y lo ancho durante tres décadas.

«Antes los profesores tenían más personalidad individual, una identidad propia, pero la globalización está haciendo que se pierda la idiosincrasia de los pueblos. Ahora viajas por el mundo y en todos sitios te encuentras lo mismo» lamentaba el artista, ya que a su juicio, eso hace que se pierda intensidad y originalidad en todas los aspectos de la vida.

Tras una hora charlando con el artista los admiradores se agolpaban para saludarlo y hacerse fotos antes de marchar satisfechos de conocer algo más al bailarín internacional que, sin embargo, parece claro que donde se desnuda y muestra su verdadera esencia y raza es en sus espectáculos.