De la promesa de Carles Torras al teléfono que suena de Isaki Lacuesta

La entrega de premios fue eso... una sucesión de galardones. Ni más ni menos que 28 reconocimientos que, duraron menos que una gala de los Goya, pero que se alargaron hasta que llegaron los más esperados: los del final. La sucesión de discursos nos dejó algunos momentos para el recuerdo, sobre todo con los grandes ganadores. Así, el director Carles Torras recogió la brillante Biznaga de Oro por el «sueño y la locura» que supuso rodar Callback y prometió sobre el escenario del Teatro Cervantes que volverá «la próxima vez que haga otra película». De hecho, el director catalán es uno de los más fieles al certamen malagueño, ya que su última película era la tercera que competía en la sección oficial.

Isaki Lacuesta, otro de los protagonistas de la noche con La próxima piel, también estuvo verborreico. Los nervios, sin duda. «Llevo diciendo toda la vida que los premios no tienen importancia y me jode mucho estar emocionado en este momento», comentó el realizador, que ha dirigido su última película junto a su guionita habitual, Isa Campo, que reconoció que se sentía «intimidada» por recibir el premio de dirección con su primer trabajo. Isaki siguió a lo suyo y confesó que había pensado en cantar por Enrique Morente, pero que se había arrepentido. Y se despidió contando que, aunque habían llegado a Málaga sin distribución para La próxima piel, tras la recepción de la crítica, el público y los premios, «los distribuidores nos han empezado a llamar», contó feliz de que pronto llegue la película a la cartelera comercial.

La música la puso Silvia Pérez Cruz que no solo recibió el premio a la mejor banda sonora por Cerca de tu casa, sino que también interpretó varias canciones de la película en directo. Inés París animó al personal a ir al cine ya que su película, La noche que mi madre mató a mi padre, la preferida del público del festival, está desde el pasado viernes en las salas de toda España. Y Emma Suárez ilustró la paciencia que supone hacer cine en nuestro país: Lacuesta y Campo le ofrecieron protagonizar La próxima piel hace una década. Feliz con su premio de interpertación en las manos, dedicó el galarón a los niños que «crecen en centros de menores» el protagonista del filme procede de uno de ellos y las personas «que viven y mueren en los campos de refugiados».