Juan Cassá, un empresario asturiano que tiene las llaves del Ayuntamiento de Málaga

"Soy Juan Cassá, un ciudadano como tú, con ganas de cambiar las cosas para que nuestro país salga adelante", explica en su currículum online el cabeza de lista al Ayuntamiento de Málaga por Ciudadanos. Y parece que lo está consiguiendo. Para empezar, el PP de la capital lo necesitará para que Francisco de la Torre pueda seguir como alcalde.

Juan Cassá Lombardía nació en Avilés (Asturias) hace 40 años, pero se siente malagueño como el que más. Eligió vivir en la ciudad mucho tiempo atrás, y lo consiguió hace cuatro años. Cassá no era político hasta hace bien poco. "La verdad es que no es algo que siempre me haya interesado". Sin embargo, reconoce que los últimos años, debido a su condición "de padre y de pequeño empresario", se descubrió a sí mismo quejándose de muchas cosas. "Un buen día me cansé de hacerlo y decidí tomar cartas en el asunto: poner lo mejor de mí para intentar mejorar la situación".

Asegura que su currículum lo hace su esfuerzo. Tiene 40 años, trabaja desde los 21 y planea seguir haciéndolo "hasta que el cuerpo lo permita". "No tengo grandes títulos ni un currículum impresionante, pero sí mucho empuje, ilusión, tenacidad y ganas de trabajar".

Este empresario, es especialista en negocios en Internet y marketing online. "Desde hace más de 10 años que tengo mi propia empresa, por eso conozco muy bien la problemática del día a día de las pymes y autónomos". También es padre de familia numerosa, con cuatro hijos, de 5, 4, 2 y 1 año. Los dos menores son malagueños. En este punto, asegura que su mujer, Giannella, es un pilar fundamental de su proyecto político. Su esposa es argentina, la conoció hace ocho años, y sus hijos son el reflejo (y el orgullo) de la intensidad con la que ha vivido Cassá en los últimos tiempos: Sol, la mayor, nació en Costa Rica; Juan Santino en Asturias su tierra natal, y los pequeños, Xana y Leonardo Astor «son boquerones».

El líder de Ciudadanos Málaga, está ante una de las aventuras de su vida: no sólo por el salto a la política, sino porque este giro vital. En casa, un piso al que se mudaron hace poco en La Cala del Moral "porque en Málaga con tanta familia no nos lo podemos permitir", no hay tiempo para aburrirse. "De familia, además, somos dos perros y un gato. Y también tuvimos un loro", ríe. Ardillas no se le conocen. En casa, a él le toca pasear a sus perros, Malena y Rogelio -"que es mi mejor amigo y lleva conmigo 12 años"-, "ir al Mercadona" y traer y llevar a sus hijos al cole: "Eso es innegociable".