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Nuria Triguero
Jueves, 17 de julio 2014, 02:11
La sociedad laboral Sunrise, formada por exempleados de Isofotón con la intención de comprar la fábrica donde trabajaban, sigue recabando apoyos con vistas a que su plan para reflotar esta emblemática industria fotovoltaica salga adelante. Según sus portavoces, son ya una docena los preacuerdos de compra que tienen por escrito, de forma que si se hacen con la factoría tendrán más de 100 megavatios comprometidos.
Una de las últimas instituciones en oficializar su apoyo a esta iniciativa ha sido el Ayuntamiento de Málaga. Después de la reunión mantenida a finales de mayo con los impulsores de Sunrise, en la que el alcalde se mostró dispuesto a plasmar su intención de comprarles paneles en una carta de intenciones, el trabajo conjunto entre ambas partes ha desembocado en un proyecto más ambicioso. El Consistorio está dispuesto a conceder a la nueva Isofotón, en caso de que finalmente se haga con la fábrica, un contrato de I+D con miras al desarrollo de un producto que adapte la tecnología fotovoltaica al alumbrado público de la ciudad. «Se trataría de una farola autosuficiente que funcionaría con energía solar y permitiría al Consistorio reducir su factura eléctrica, además de redundar en una mejora medioambiental y avanzar en nuestro proyecto de smartcity», apunta el concejal de Nuevas Tecnologías, Mario Cortés.
Para el diseño del dispositivo se destinaría una subvención a fondo perdido de entre 1 y 2,5 millones de euros, que saldrían en un 80% del Ministerio de Industria y en un 20% de las arcas municipales. Una vez diseñado el prototipo, el Consistorio procedería a la compra de un número determinado de unidades, pero además el producto estaría disponible para su venta a cualquier comprador.
Compra Pública Innovadora
La fórmula jurídica que facilita este tipo de proyectos se llama Compra Pública Innovadora, según explica Mario Cortés. Se trata de una actuación administrativa de fomento de la innovación a través de la contratación pública, que cuenta con líneas de subvenciones específicas. La institución en cuestión, en este caso el ayuntamiento, contribuye al desarrollo de bienes y servicios novedosos, que se introducen por primera vez en el mercado. Se trataría concretamente de una «compra pública precomercial», que prevé la contratación de servicios de I+D en los que el comprador público comparte con las empresas los riesgos y beneficios de la investigación necesaria para desarrollar soluciones innovadoras que superen las que hay disponibles en el mercado. Este tipo de contratos están excluidos de la Ley de Contratos del Sector Público, aunque sujetos a sus principios generales. El edil de Nuevas Tecnologías asegura que se respetarán los principios de concurrencia, publicidad y transparencia.
Cortés espera que el apoyo explícito del Ayuntamiento suponga un espaldarazo para la sociedad laboral Sunrise a la hora de convencer a la jueza que dirige el proceso concursal de que su oferta para comprar Isofotón es la mejor. El proceso de liquidación de Isofotón empezará previsiblemente después del verano y su propuesta tendrá que competir con todas las demás que se presenten. A la vez que buscan clientes, los extrabajadores de la compañía también están intentando conseguir el apoyo explícito de la Agencia IDEA, uno de los principales acreedores de Isofotón.
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