El delantero del Ath. Fuengirola Santi Moreno lucha contra una grave lesión vertebral

Ni los más viejos del lugar o los más longevos en el seguimiento del fútbol base recuerdan algo parecido. El Tiro Pichón-Athletic Fuengirola (2-2) de Primera Andaluza del domingo no fue nada violento, pero registró tres lesionados graves. La peor parte se la llevó el delantero visitante Santi Moreno, de 34 años, un jugador muy conocido en el balompié provincial, que sufrió una grave lesión vertebral al golpearse con la barandilla del perímetro del campo. Su evolución en las próximas semanas será muy importante.

Todo sucedió en el minuto 82 del partido. El duelo había estado detenido más de media hora por un choque, cabeza contra cabeza, en el que el local Luis fue trasladado conmocionado en ambulancia y el visitante Carlos Leroy se llevó varios puntos de sutura. Apenas unos segundos después de reanudarse el partido, Francis Iznata (primo del exmalaguista Raúl Iznata) y Santi Moreno pugnaban por el balón. «Lo recuerdo todo perfectamente. Fuimos hombro con hombro, aunque yo llegué un poco antes, y en la inercia de la carrera me resbalé con el hormigón y me golpeé con la barandilla», recordaba ayer con enorme entereza el punta visitante.

El caprichoso destino quiso que el lance fuera delante de su progenitor (Santi, también futbolista y que llegó a actuar en Segunda B con el Alcalá) y de uno de sus mejores amigos, su compañero de equipo Christian Leroy, que estaban en la grada. La ambulancia, que no pudo entrar en el campo, esperaba estacionada fuera por la presencia de coches mal aparcados, y las dos asistencias médicas fueron avisadas de inmediato cuando salían ya con el anterior futbolista lesionado. «Le echamos una manta térmica, porque no queríamos que perdiera el conocimiento. También se evitó que se le trabara la lengua», recuerda el delegado del Tiro Pichón, Ignacio Torrecilla.

Santi Moreno fue trasladado consciente al Hospital Carlos Haya, donde fue intervenido de madrugada (el partido empezó a las 18.30 horas y acabó cerca de las 21.30 después de tantas desgraciadas interrupciones). Ha pasado los dos últimos días en la UCI y está evolucionando de su problema de una forma que puede ser esperanzadora, por lo que es posible que pronto salga del atolladero.

La previsión es que termine su recuperación en Sevilla, donde puede disfrutar de medios más avanzados, aunque de momento no se conoce cuál puede ser su evolución. Durante las últimas horas ha sido impresionante la entereza del futbolista, que ha jugado seis temporadas en Segunda B e incluso llegó a marcar una quincena de goles en esta categoría en la temporada 2008-2009 con el Marbella. «Soy un chaval luchador y deportista, y seguro que voy a salir adelante», comentó a este periódico, que pudo visitarlo gracias a la predisposición de su familia. «Me gustaría dejar claro el peligro que suponen estas barandillas en los campos de fútbol, porque lo que me ha pasado a mí le puede suceder a cualquier persona», añadió, poniendo énfasis en el estado de la instalación.

A pesar de que muchísimos escenarios del fútbol base en la provincia cuentan con estas peligrosas barandillas, existen algunos atenuantes del peligro en varios campos, como la colocación de gomaespuma para amortiguar los impactos o una distancia mayor respecto a la línea de banda. En concreto, en el Municipal de Tiro Pichón hay muy poco césped artificial que sobresale de la zona de juego.De haber habido más superficie quizás se hubiera evitado el resbalón sobre el hormigón y el fortísimo golpe posterior del jugador en el cuello.

Santi Moreno exculpa en todo momento a su rival, Francis Iznata. «El chaval fue fuerte, pero no tiene culpa», matiza. El propio Iznata acudió anoche a la UCI a dar ánimo al jugador. «Le he deseado que se mejore y sabe que puede contar conmigo para cualquier cosa. Lo que sí hay que recriminar es cómo están diseñados muchos campos... Es indignante», declaró Iznata a este medio.

Conmoción en el fútbol local

La UCI del Carlos de Haya se ha llenado en los últimos dos días de numerosos familiares y allegados del jugador interesados por conocer su estado. Se vio a excompañeros del Marbella como Añón, Pedro, José Trujillo y Juan Carlos Vidal. Santi Moreno, conocido en el mundillo como el Romario de Fuengirola, se sintió emocionado ante tanto apoyo.

Santi Moreno está casado y tiene un hijo de dos años con el mismo nombre. Compagina su pasión por el fútbol con su trabajo en la pescadería Carmen, en la Avenida de Mijas de Fuengirola. Fuentes cercanas al jugador reconocieron que había sido duda de última hora para jugar el encuentro del domingo por unas molestias, pero al final estuvo en el once titular. Su entrenador, José Francisco Chico González, elogia su entereza cuando lo fue a visitar. «Es él el que me daba ánimos a mí. Él es así, estoy seguro de que este partido lo va a ganar», asegura Chico.

Algunos de los protagonistas del encuentro de ambos equipos recuerdan que le pidieron al árbitro, Francisco José Plaza, que suspendiera el partido tras los graves percances, con dos jugadores trasladados en ambulancia en lances diferentes. El colegiado, incluso, se retiró a su caseta mientras era atendido el local Luis, que fue dado de alta a las pocas horas y por suerte no sufre secuelas por su golpe. Aunque parezca increíble, hubo un tercer lesionado de gravedad, el visitante Laure, con luxación en un hombro, ya en el tiempo de prolongación y tras chocar contra el meta local, Yeyo.

Lo más sorprendente es que el choque entre el Tiro Pichón y el Athletic Fuengirola fue de guante blanco, no se jugó con una agresividad mal entendida por parte de ninguno de los equipos contendientes. «Tengo 57 años y unca había visto nada igual», recalca el delegado local, Torrecilla.