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Emilio Morales
Lunes, 28 de septiembre 2015, 00:49
El partido, pese a durar 90 minutos, solo tuvo de fútbol y emoción la mitad. El Malagueño, que volvía a casa con la premisa clara de la victoria, se impuso con comodidad al Atarfe, que se vio condicionado por las expulsiones de dos futbolistas en ambos casos, por insultos y protestas tras el segundo gol de los blanquiazules justo antes del ocaso de la primera parte. Fue la jugada que marcó el choque, ya que en la segunda mitad, aunque los visitantes replegaron filas y fueron muy solidarios en las ayudas, no pudieron evitar un 5-0 que da muchas alas a los hombres de Ruano y lleva hasta los puestos de peligro a un Atarfe muy descontento con la actuación arbitral.
Desde que el balón comenzó a rodar en el campo de la Federación, los locales dieron claras muestras de dominio. Con algún cambio poco habitual Luis por Calero y Torras, por el debutante con el primer equipo Pablo, los locales tuvieron la posesión y marcaron el ritmo del encuentro. El más destacado fue Mula, que participó de manera activa en los dos primeros tantos. El primero fue de Kuki, que finalizó una buena jugada de desmarque al espacio y mucha compenetración entre los atacantes. El segundo lo convirtió Mauri, que cabeceó el esférico al fondo de las mallas después de un buen centro de Mula.
Fue la jugada que decidió el choque. Tras el gol, varios jugadores del Atarfe se dirigieron directamente a protestarle la jugada a Fernández Arjona. El más incisivo fue el zaguero Álex Real, que vio la cartulina roja directa. Justo después, su compañero Víctor también fue expulsado por protestas demasiado acaloradas. Se quedaban con nueve, y había que aguantar toda una segunda parte.
El resto del partido fue casi testimonial.El Atlético Malagueño monopolizó el juego y su monólogo hizo que la grada poco a poco se fuese vaciando. Los aficionados ncluso estaban más pendientes de la presencia del joven Pablo, que recibió muchas felicitaciones por su debut en Primera, que del propio fútbol en el césped. Con el paso de los minutos se fueron evidenciando los espacios, y el centro del campo local que no metió la quinta marcha supo gestionar con cabeza los balones a la delantera. Volvió a marcar Mauri, que junto al golazo de Luismi y el de Iván sellaron la manita. Como bien citaba el exfutbolista Capote en la grada, «el fútbol lo marcan los detalles».
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