El Atlético Malagueño se deja igualar dos veces contra El Ejido 2012

Se nota que estamos a comienzos de temporada. Las imprecisiones marcaron ayer la dinámica del partido que enfrentó al Atlético Malagueño contra El Ejido 2012 en el primer choque del filial blanquiazul en casa, que sigue siendo el campo de la Federación. El encuentro terminó en tablas, pero los locales se marcharon con una sensación de derrota, ya que les empataron hasta dos veces, y la última, en el minuto 89, cuando todo parecía sentenciado para que los malaguistas consiguiesen la segunda victoria de la temporada.

El partido comenzó con mucho ritmo, pero lleno de imprecisiones. Solo Mula, Kuki y Deco parecían poner algo de cordura en la zona media del Malagueño, que no conseguió materializar sus pocas ocasiones en los primeros 45 minutos. Solo un buen testarazo del central Calero inquietó al banquillo visitante, que veía cómo sus pupilos mantenían sus opciones en el partido. No obstante, tras la reanudación, la tónica del partido cambió por completo, y tras una buena jugada de Pedro por la banda derecha, Jaime Moreno envió el cuero al fondo de las mallas en el minuto 46. Solo diez más tarde fue el turno de Kuki, que daba la tranquilidad tras finalizar sin que le temblase el pulso.

Los locales se relajaron en exceso, y el visitante Javilillo, ya conocido en el fútbol malagueño por su estancia en El Palo, recortó distancias después de aprovechar un fallo en la zaga. En el 71, fue de nuevo un jugador de El Ejido, Darío Guti, el que puso la igualada en el marcador, lo que obligó al técnico malaguista a mover el banquillo y poner en escena a jugadores ofensivos como Mauri o Pirulo. No fue ninguno de estos, sino Deco, el que paradójicamente por su altura volvió a adelantar a los locales de cabeza tras rematar una falta lateral muy bien botada. Cuando todo parecía sentenciado y la grada festejaba lo que creía que era el triunfo malaguista, Dominik, que había salido en la segunda parte en la delantera rival, aprovechó un fallo claro en la salida de Aarón y con la cabeza firmó el 3-3 con el que se llegaría al final del partido. Demasiados regalos.