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Raquel Merino
Martes, 28 de junio 2016, 12:07
Cuando parece que se sabe todo de un personaje tan famoso y carismático como Bertín Osborne, de repente, en una entrevista, salen a la luz datos novedosos. Como el periodo que pasó el cantante en el colegio de Campillos, conocido por ser uno de los internados más famosos del territorio nacional. Osborne, que ayer en su programa 'Mi casa es la tuya', se sometió a las preguntas de su "otro yo", su mejor imitador, Javier Quero, confesó que estuvo en este centro malagueño porque, a pesar de ser un buen estudiante, durante una temporada perdió el interés por los libros. Y relató entre risas cómo se escapaba del colegio para ir a Málaga. Sus métodos de fuga eran los maleteros de los coches o dejar caer una pelota tras la tapia para salir del edificio y tardar más de lo normal en regresar. Recordó que los vigilantes del colegio salían en moto para buscarlo.
Pero no fue la única anécdota de la entrevista, de hecho, estuvo plagada de ellas. Como aquella ocasión en la que lo contrataron para cantar en la fiesta del quince cumpleaños de una joven y resultó que el padre era "uno de los narcos más famosos de la historia", dijo Bertín Osborne, asegurando que nunca había contado esta historia. "Al terminar la actuación, me abraza. En su despacho tenía un arcón muy grande. Cuando lo abre, estaba lleno de fajos de billetes de 100 dólares", continuó relatando. "No me atreví a meter la mano, sin saber de dónde provenía el dinero. ¿Y si cojo mucho y me mete dos tiros?". Al final, salió del paso diciéndole que la actuación era un regalo para su hija. "Quería matar a mi mánager", remató.
Pero si algo fue motivo de risas entre entrevistador y entrevistado, fue el relato de su currículo laboral, al que calificó de "catástrofe", antes de decantarse por la música. Del Grupo Sofico, que quebró pocos meses después de que él entrara a trabajar, en medio de un gran escándalo, a una cosignataria de buques que dejó cuando, al recibir el encargo de despachar un barco en Vigo, se encontró con un despliegue policial por un asunto relacionado con un alijo de drogas que encontraron en él. Su paso por Rumasa, fue la excusa definitiva para dedicarse a otra cosa: la canción.
Y para los que no lo supiera, Bertín Osborne comparte con el toro de Osborne algo más que el apellido. "El toro ese es de mis antepasados, de mediados del siglo pasado. Hubo un tío genial que lo patentó", aseguró a su doble.
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