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Regina Sotorrío
Lunes, 2 de marzo 2015, 02:06
Lo inventó Vivaldi en el siglo XVIII cuando enseñaba en el veneciano Ospedale della Pietà:los alumnos mayores ayudaban a los pequeños. De esta forma los grandes reforzaban sus conocimientos, y los menores aprendían de un compañero-profesor al que sentían más cercano, un igual a ellos. Promúsica toma como referencia aquella idea del compositor italiano y la acerca al siglo XXI y a Málaga.
Un centenar de niños, adolescentes y jóvenes dan vida a este proyecto, un sistema de tres orquestas único en España en el que es posible «entrar con 7 años y acabar una década después como director de aquella orquesta en la que se empezó», detalla Javier Claudio, el responsable de esta iniciativa. Aquí los alumnos se forman como instrumentistas pero, a su vez, ejercen de maestros. Todos trabajan «en cadena» colaborando en la preparación de los músicos del siguiente nivel. En cinco años de trayectoria, las tres agrupaciones han afrontado más de cien conciertos, han grabado dos discos el último se presentó en diciembre y han participado en festivales de Italia y Francia.
Y por delante le esperan interesantes propuestas. Promúsica ha firmado para este 2015 su primera temporada en la Sala María Cristina de la Fundación Unicaja (con, al menos, un concierto al mes), algo inusual en una agrupación joven; y además pisará uno de los auditorios más prestigiosos del mundo, la Sala Dorada de la Musikverein de Viena, donde se celebra el tradicional concierto de Año Nuevo. Lo hará en julio durante un festival en el que compite la Orquesta de Cámara. Los de la agrupación joven, por su parte, actuarán en un certamen en Lisboa. En ese ánimo constante de hacer algo «especial», los mayores están volcados ahora en el diseño de un concierto didáctico y «multisensorial» que harán en abril en el Teatro Cánovas. Bajo el título de Barroquííísimo, la agrupación jugará con el sentido del olfato para trasladar al público a la época barroca a través del olor a madera del palacio, el incienso de las iglesias o las flores del jardín.
La Orquesta de Cámara Promúsica es la hermana mayor con instrumentistas de entre 16 y 26 años y la primera que afinó sus cuerdas en 2009 con Javier Claudio en el atril de director. Con su colaboración, un año después empezó a sonar la Joven Orquesta. «Los mayores hacen ensayos parciales con los alumnos del segundo nivel, les dan un empujoncito cuando lo necesitan en clases individualizadas», detalla. Y con unos y otros, se completó el proyecto en 2011 con la creación de la Orquesta Infantil.
El círculo se cierra al colocar como director y subdirector de esta agrupación con niños de entre 7 y 11 años a músicos de la Orquesta de Cámara. Toma ahora la batuta Mónica Linares, con la ayuda de Javier Claudio Martínez como subdirector. «Es una oportunidad importantísima para alumnos del Grado Superior. Es una faceta formativa extra que tiene este proyecto y que me conste no hay ninguno que funcione así en España», indica Claudio. Todo esto es posible por el patrocinio de la Fundación Musical de Málaga y por el respaldo la asociación de padres que lo sustenta.
Esta estructura triple permite adaptar el repertorio a cada nivel y edad. «Y el trabajo puede ser así más compacto. Ni unos se aburren ni otros sienten que no llegan. Esa especifidad ayuda a que se desarrollen musicalmente», resalta la batuta. Y les permite, también, abarcarlo todo. En sus recitales a tres niveles se escuchan desde partituras del XVII hasta composiciones contemporáneas. De hecho, próximamente estrenarán una pieza del malagueño Francisco José Martín Jaime, premio nacional Reina Sofía de Composición.
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