El Pompidou de Málaga se mira en el de París

A principios de los 60 era un terreno baldío en el corazón de París. Una explanada que servía como aparcamiento entre Les Halles, la Cité y el Marais, que debe su nombre a la frecuencia con la que el Sena se empeñaba en anegar aquella parte de la ciudad. Y allí, en el llamado plateau Beabourg, se levantaba años después una institución que cambiaría la manera de mostrar y contar no sólo el arte, sino la cultura contemporánea: el Centro Georges Pompidou.

Renzo Piano, Richard Rogers y Gianfranco Franchini daban forma a mediados de los 70 a un edificio con el aspecto exterior de una refinería y una innovadora inspiración interior que ofrece su primer ejemplo en un vestíbulo abierto al público, transitable por los visitantes y empleado por el centro para organizar diferentes actividades.

Salvando las distancias y las escalas, una vocación similar preside el diseño de la extensión del Centro Pompidou en Málaga. El Ayuntamiento de la capital anunciaba ayer la adjudicación de los trabajos de acondicionamiento del llamado Cubo del puerto para convertirlo en sede del Pompidou a la oferta presentada por la unión temporal de empresas formada por Dragados y Naxfor. Y ya en la comunicación municipal se avanza: «El proyecto plantea un espacio versátil que invita al ciudadano al acceso libre a todos los espacios de relación, actividades e información a los visitantes (vestíbulo, información, cafetería, tienda, talleres, salón de actos, etc.) y permite el acceso controlado a los espacios expositivos».

La propuesta ganadora cumple como lo hacía la inmensa mayoría de la veintena de candidatos con la pretensión municipal de una oferta a la baja que permitiera pagar con la diferencia la museografía del recinto, calculada en unos 900.000 euros. Así, Dragados y Naxfor plantean un presupuesto de 3.835.199,99 euros (lo que supone una rebaja del 24% respecto a los 5,1 millones de euros iniciales) y un plazo de ejecución de cinco meses (uno menos del previsto como límite).

«Un paso adelante»

El alcalde de la capital Francisco de la Torre aprovechó ayer la presentación de Manolo Sarria como pregonero de la Feria de Málaga para anunciar la adjudicación de las obras del Pompidou malagueño. El regidor se refirió a esa rebaja económica de la oferta ganadora, lo que, según sus palabras, permitirá «abordar con holgura» la museografía de la primera sede del Centro Georges Pompidou fuera de Francia.

«Se trata de un paso adelante, sólido, en la línea de contar con este gran equipamiento cultural que aumentará la oferta turística y permitirá contar con una Málaga de vanguardia», sostuvo De la Torre. Un centro que pretende abrir en la primera mitad de 2015, poco después de la primera sede europea del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo que ocupará dos pabellones de Tabacalera, cuyo estreno está fijado a principios del próximo año. Se acumulan las inauguraciones.