Málaga calcula que la sede del Pompidou tendrá un impacto económico de 18,4 millones de euros al año

El Ayuntamiento de Málaga ha sacado la calculadora y ha afilado el lápiz para hacer las cuentas de su proyecto estrella en el horizonte cultural (y turístico) de la ciudad: la instalación de la primera sede fuera de Francia del prestigioso Centro Georges Pompidou. Así, la iniciativa que prevé abrir sus puertas en la primera mitad de 2015 tendría un impacto económico de 18,4 millones de euros al año, según el informe elaborado por la consultora Auren a petición del gobierno local.

El alcalde Francisco de la Torre ha desgranado esta mañana un estudio "muy prudente" que también vaticina la creación o mantenimiento de casi 400 puestos de trabajo al hilo de la apertura del equipamiento cultural entre los muelles 1 y 2 del Puerto de Málaga, conocido de manera popular como el Cubo. En este sentido, De la Torre ha concretado que la extensión del Pompidou abrirá "con seguridad" en la primera mitad del año próximo, al tiempo que ha destacado las "sinergias" que tanto el Pompidou como la franquicia del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo prevista en Tabacalera crearán con los museos ya existentes en la capital como el CAC Málaga, el Thyssen o el Picasso. "Es una acción cultural de la que estamos muy orgullosos y que nos permite tener efectos económicos clarísimos y directos y potenciar la imagen de una Málaga innovadora", en palabras del alcalde.

Junto al regidor, el representante de Auren Manuel Martínez ha sido el encargado de entrar en el detalle estadístico del informe. Así, Martínez ha distinguido entre el impacto directo, con 4,4 millones de euros generados sólo por la actividad del propio centro artístico, el impacto indirecto de otros 2,7 millones de euros creado por el desembolso de los visitantes previstos -destacando la repercusión en el comercio (27,3%), la restauración (26,7%) y los servicios de alojamiento (25,3%)- y el impacto inducido de 11,3 millones de euros, augurado a partir de los dos anteriores y referido a sectores tan diversos como los transportes, los servicios financieros o las actividades jurídicas.

El informe determina que casi el 80% del impacto económico del Pompidou en Málaga iría al sector servicios, al tiempo que prevé un efecto mutiplicador capaz de duplicar la inversión relacionada con el nuevo centro artístico. Las previsiones del estudio se basan en estimaciones como el número de visitantes, estimado en unas 200.000 personas al año, tal y como han detallado tanto Martínez como el propio De la Torre, quien ha vaticinado una "previsión de crecimiento" tanto esos guarismos como en el poder de generación económica del proyecto cultural.

"Hay cosas que son tan claras y tan obvias... ¿alguien puede tener dudas de que esas actuaciones son buenas para la ciudad?", se ha preguntado de manera retórica el alcalde, saliendo así al paso de las críticas de la oposición municipal relacionadas con la manera de gestionar la llegada tanto del Pompidou como del Museo de San Petersburgo. En este segundo caso, el alcalde ha matizado que por el momento no se ha encargado un informe como el relacionado con el Pompidou y que, en principio, la previsión de visitantes al centro previsto en Tabacalera sería "algo" menor.

Tampoco ha descartado el alcalde la instalación también en Tabacalera de un centenar de murales de Sol LeWitt, considerado el padre del arte conceptual. Y, sin salir de la antigua fábrica de tabacos, De la Torre ha querido poner paños calientes sobre la polémica surgida con el director del Museo Automovilístico, cuyo director Joao Magalhaes amenaza con abandonar la ciudad si no se mejoran sus condiciones: Tiene razón en una cosa, en que no estuviera solo tanto tiempo (en Tabacalera). Además, De la Torre ha achacado parte del malestar de Magalhaes en el hecho de que los 200.000 euros comprometidos este año por el Ayuntamiento para la compra de entradas del museo todavía "aún no ha estado operativo", una situación que espera solucionar este mismo mes. Pese a todo, el alcalde cree que no es necesario instaurar un canon en el Museo Automovilístico como el previsto en el Pompidou (un millón de euros al año durante un lustro) o el Museo de San Petersburgo (400.000 euros cada ejercicio a lo largo de una década).