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MARIVÍ MORILLA
Miércoles, 25 de noviembre 2015, 17:59
Ingeniero de vocación, Francisco Guzmán Navarro ejerce como profesor en la Escuela Politécnica de la Universidad de Málaga desde hace 26 años. Confiesa que en su familia no había ningún ingeniero, ni siquiera ningún licenciado, pero él se lo llevó todo. A su título de Ingeniero Técnico Industrial se suman también el de Doctor en Ingeniería, Licenciado en Historia y Máster Europeo en Arqueología y Patrimonio. Actualmente, a sus 52 años, dirige el Máster en Domótica de la UMA, una tecnología que hace referencia al conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda y que él mismo define como «todo aquello que hace que la vida sea más fácil».
-Si su vocación era la ingeniería, ¿por qué estudió Historia?
-Veía que la tecnología no se aplicaba en la arqueología. Entonces empecé a estudiar Historia para utilizar tecnologías como, por ejemplo, el georradar en la localización de los enterramientos, pero nunca abandoné la ingeniería.
-Lleva trabajando en domótica desde hace más de 20 años. ¿Cómo llegó a especializarse en este campo?
-La domótica se identificaba con la ornamentación, con decir 'mira lo que tengo que tú no tienes', pero me di cuenta de que en realidad esta tecnología tenía dos aplicaciones muy interesantes que no se estaban utilizando. Por un lado, la eficiencia energética y, por otro, la e-salud, es decir, que se puedan aplicar las innovaciones al bienestar humano con consultas con el médico a distancia, por ejemplo.
-¿En qué consiste exactamente la domótica?
-La domótica no es algo de nueva invención, sino de nueva aplicación. Se trata de aplicar la tecnología que ya tenemos, porque los ingenieros no inventamos. Cuando queremos tener una línea de investigación nos vamos al cine y todo lo que se ve en las películas es lo que después se lleva a efecto. ¿De dónde hemos sacado el reconocimiento de las personas por la lectura del iris? Del cine.
-¿Cuáles son las ventajas de la domótica?
-Lo que siempre se ha vendido es la seguridad, el confort, la eficiencia energética y la gestión de la energía, pero a esto hay que añadir el ahorro económico. Todo el mundo piensa que la domótica ahorra energía y no es así. La domótica lo que hace es que la energía que se utilice cueste menos.
-¿Quién está utilizando ahora mismo la domótica?
-Todo el mundo. Hoy en día no se entiende hacer un edificio sin control energético, y la gestión de la energía es algo que nos está afectando a todos. La gente está pagando más recibo de la luz por no tener domótica, porque el mercado está establecido de manera que cada hora varía el precio de la energía. Por eso, nosotros hemos desarrollado un sistema que indica el precio que tiene la energía en cada momento y eso redunda en beneficios para las empresas, que mejoran su imagen y atraen clientes.
-Pero hay mucha gente que se niega a poner domótica.
-Esto es como el Whatsapp: hemos tardado en asimilarlo pero hoy en día todo el mundo lo usa: desde niños hasta personas mayores. Sí que es cierto que nos da miedo porque en una casa se avería algo de la luz y cualquier electricista sabe arreglarlo, pero la gente piensa que si tiene domótica nadie va a saber solucionar un problema.
-¿Qué se puede hacer para disminuir ese miedo?
-En la UMA tenemos un centro de formación de KNX, que es el sistema estándar de domótica, y también damos cursos a profesionales porque la idea es que cada vez haya más gente que sepa de esto.
-¿Es caro poner domótica en una casa?
-Para nada. Por 600 euros -o 1.000 como mucho- se puede tener el control total de la vivienda: control de calefacción y de aire acondicionado, de la televisión para que no sean necesarios los mandos a distancia, etcétera. Evidentemente, cuantas más cosas se quieran más subirá el precio. Aquí el límite lo pone el comprador.
-¿Existe domótica 'low cost'?
-Existe un dispositivo que vale 44 euros que permite centralizar todas las comunicaciones y tener acceso a Internet. Nuestra idea es que, aunque se quiera tener lo máximo, cueste lo mínimo y, por tanto, consideramos absurdo pagar 6.000 euros por una pantalla que visualiza lo que ocurre en una casa cuando hay tabletas que hacen lo mismo por 44.
-¿Es la domótica una buena salida laboral para los futuros ingenieros?
-Sin duda, sí. Hay un nicho de mercado bestial que puede absorber una gran cantidad de profesionales.
-¿Cuántos estudiantes del Máster en Domótica tienen actualmente trabajo?
-Los 28 alumnos que han estudiado el máster en las dos ediciones que llevamos están trabajando y no sólo en Málaga. Hay gente en otras ciudades como Granada, Córdoba e Ibiza. Los resultados hablan por sí solos.
-Sin embargo, este año hay matriculados menos alumnos que nunca. ¿Por qué?
-Imagino que será por la crisis. Los estudiantes tienen que desembolsar la totalidad del máster de golpe y eso es un error. Lo normal sería que lo pudieran pagar en un año.
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