El alcalde de Torremolinos, políticamente incorrecto

Pocas veces veinte céntimos han dado para tanto. El debate sobre el precio del ascensor público de El Bajondillo, que subirá de 0,30 a 0,50 euros, propició el lunes uno de los plenos más polémicos de los últimos meses en el Ayuntamiento de Torremolinos. Todo comenzó cuando el alcalde, Pedro Fernández Montes, recordó que la creación de la Asociación de Minusválidos Físicos de Torremolinos (AMIFTO), responsable de gestionar el servicio del ascensor, fue iniciativa suya. El regidor comenzó su intervención asegurando que la izquierda «cree que tiene la patente de lo social» y continuó explicando que él mismo se había preocupado «de hacer una obra para que unos veinticinco discapacitados que estaban en sus casas, que eran como un estorbo y no podían salir a la calle por estar acomplejados y con depresiones, encontrasen un medio de vida».

El discurso fue interrumpido por el concejal socialista Jesús Díaz, que pidió que Fernández Montes matizara sus palabras. «Retire lo de estorbo, porque no lo son», espetó. El alcalde respondió: «He dicho que podrían serlo, señor Díaz». Ante la insistencia del edil del PSOE, el regidor torremolinense acabó por expulsarlo del pleno por intervenir en tres ocasiones sin tener el uso de la palabra. El resto de la banca socialista abandonó la sesión en solidaridad con su concejal y el pleno siguió con la única presencia en la oposición de los dos representantes de IU.

El portavoz del PSOE en el municipio, José Ortiz, afirmó a este periódico que «el alcalde sabe que, por razones familiares, Díaz es muy sensible a este tipo de casos; no le hubiera costado ningún trabajo aclarar que no estuvo afortunado o que no quiso decir eso». Por su parte, Fernández Montes ha explicado que la frase fue sacada de contexto para ser elevada a debate político: «A pesar de los ataques de PSOE e IU, llevo defendiendo esta asociación de minusválidos desde su creación hace más de catorce años, cuando este Ayuntamiento gastó cerca de veinte millones de pesetas de la época para poner en funcionamiento un ascensor que estaba destrozado. No creo que haya mucho más que decir».