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Arriba, la familia de Domingo Expósito recuerda al fallecido. Abajo, el joven malagueño con su pareja, Carolina Gayá.
«Cuando vi al encapuchado con la pistola supe que iban a matar a Domingo y por qué»

«Cuando vi al encapuchado con la pistola supe que iban a matar a Domingo y por qué»

La pareja del malagueño tiroteado en Argentina, que presenció el crimen, cuenta a SUR el suceso

Juan Cano

Sábado, 28 de junio 2014, 01:11

Volvían tranquilamente a casa. Carolina Gayá llevaba a su niño de cuatro años en brazos e iba en compañía de su pareja, Domingo Expósito, el malagueño que murió tras ser tiroteado el pasado miércoles en Argentina antes de regresar a España con su hija de seis años, de la que había obtenido la custodia. Habían ido a visitar a su suegra. Al llegar a la puerta del domicilio un coche les llamó la atención. Del vehículo se bajó un hombre encapuchado con una pistola que disparó en varias ocasiones al fuengiroleño y acabó con su vida.

Así es cómo esta joven argentina recuerda el suceso que truncó el sueño del malagueño, que llevaba años luchando por volver a Málaga con su hija, después de que, según denuncia, la madre de la niña se marchase al país sudamericano con la pequeña sin avisarle. Gayá recuerda que se escondió detrás de un coche con su hijo en brazos: «Pensaba que luego vendría a por mí». No fue así. El hombre volvió a subirse al coche y se marchó.

La joven sabía lo que había pasado. «Cuando vi al encapuchado y la pistola, en un segundo supe que iban a matar a Domingo y por qué. Estoy convencida de que era para que no volviese con su hija a España», apunta.

Estaba cerca de conseguirlo. La fecha de retorno estaba marcada para este lunes. Pero este encapuchado, «grande y alto», lo evitó. Gayá explica a SUR que la complexión del varón le recordaba al de un hombre similar que había visto en la vivienda de la madre de la pequeña. «También vi el coche allí. Todo me lleva al mismo lugar», señala.

Son aspectos que tendrá que determinar una investigación en la que, por el momento, no hay detenidos. Según Efe, la autopsia revela que Domingo Expósito recibió tres disparos, que fueron efectuados a corta distancia y que le impactaron en el cuello y en la espalda.

Gayá asegura que el joven malagueño no tenía enemigos en Argentina. Describe a Domingo Expósito como un hombre alegre y trabajador, al que conoció hace un año y medio, porque le daba clases a su hija de baile. «Él tocaba el cajón flamenco y se puso en contacto conmigo», añade.

La joven dice que el malagueño le contó su historia. Había ido a Argentina después de obtener una sentencia de los juzgados de Fuengirola que le daba la custodia de su hija, a la que la madre se había llevado al país sudamericano de un día para otro, afirma. «Le mandó un mensaje y le dijo que no volvería a ver a la pequeña», indica.

Apoyo de su pareja

Gayá fue su apoyo en el largo calvario judicial que Domingo Expósito atravesó. Una lucha que nunca minó las ilusiones del malagueño, sobre el que dice que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás.

Por ello se había hecho un grupo grande de amigos en Comodoro Rivadavia, una de las ciudades petroleras más importantes del sur de Argentina, en la que residía para estar cerca de su hija. La que ha sido su pareja hasta su muerte señala que siempre le andaban organizando comidas y actividades para recaudar fondos para ayudarle a mantenerse en el país.

Ahora esta profesora de baile asegura que siempre le quedará su recuerdo. Además, insiste en que la familia del malagueño cuenta con todo su apoyo para lograr que la niña vuelva a España, ya que así «su lucha no habrá sido en balde».

La familia de Domingo Expósito ya piensa en los próximos pasos que va a dar. Su abogado, Manuel Huertas, asegura que, una vez que el cadáver del joven malagueño llegue a su tierra, presentará una demanda en el juzgado para denunciar por secuestro internacional de menores a la madre de la niña.

Según expone el letrado, el objetivo es privar a la progenitora de la patria potestad. «La custodia ya era del padre pero vamos a pedir esto por la actitud obstaculizadora que ha tenido», asevera Huertas, a la vez que explica que el pasado 19 de marzo, cuando Domingo Expósito iba a viajar a España con su hija, la madre dijo que había perdido el pasaporte y no pudieron regresar, entre otros aspectos.

Asimismo, el abogado de la familia indica que se va a solicitar a los juzgados de Fuengirola que la abuela paterna se convierta en la tutora de la menor. También exigirá la repatriación de la pequeña, ya que precisa que no hay que olvidar que la niña es española. «Si no se le localiza tras la demanda, esperamos que Interpol la busque», concluye Manuel Huertas.

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