Celeste Crianza: del cielo a la copa
Un vino estrechamente relacionado con las estrellas. Así es Celeste Crianza, un Ribera del Duero muy especial. Te contamos por qué
Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha mirado al cielo en busca de respuestas. Allí, en la inmensidad del firmamento, las constelaciones nos sirvieron para orientarnos, para tomar conciencia de nuestro lugar en el universo o, por qué no, también para inspirarnos. Al fin y al cabo, hay pocas cosas más evocadoras que contemplar el firmamento cuando cae la noche.
De esa inspiración nace Celeste Crianza, de la bodega Pago del Cielo. Un vino elaborado con la tradicional uva Tinta Fina (tempranillo) de la D.O. Ribera del Duero que rinde homenaje, precisamente, al cielo nocturno y su magia. Y lo hace por un motivo muy especial: sus viñedos están ubicados a 895 metros de altura sobre el nivel del mar, en las cotas más altas de la denominación de origen. Una de las mejores zonas de España, y del mundo, para la elaboración del vino.
Cuestión de contrastes
Su particular latitud otorga a Celeste Crianza toda una serie de características únicas. Pese al temido clima continental, las viñas de las que sale este vino, ubicadas en la localidad de Fompedraza, consiguen prosperar en un entorno privilegiado: su situación elevada les procura una sensación térmica baja incluso en las noches más calurosas de verano, equilibrando así las altas temperaturas a las que se ven expuestas durante el día. Un balance entre frío y calor que curte a la uva con una capacidad más alta para amplificar sus notas ácidas durante su maduración. El resultado es una intensa expresión frutal, con cuerpo voluminoso y firme estructura.
La crianza durante 12 meses en roble francés y americano participa de manera decisiva en el resultado final de Celeste Crianza: un color cereza oscuro, profundo y fascinante que da paso a un aroma intenso y concentrado de frutos negros, con notas de higos maduros y un delicioso toque ahumado y mineral, que marida a la perfección con todo tipo de carnes a la brasa, embutidos y quesos.
Pasión y tradición
Pago del Cielo está situado en Fompedraza, en la comarca de Campo de Peñafiel (Valladolid). En total, los viñedos ocupan una superficie de 45 hectáreas y se ubican en un lugar privilegiado para la actividad vinícola. Se trata de un paisaje de suave relieve, con páramos y laderas ubicadas sobre suelos calizos profundos, donde los vientos de la montaña acunan los racimos y las uvas maduran beneficiándose del citado contraste térmico entre el día y la noche, que a menudo llega alcanzar los 20 grados de diferencia. Aquí los veranos son secos, y los inviernos largos y rigurosos.
Celeste Crianza, donde las estrellas se unen con la tierra
Aquel mágico lugar fue el escogido por la Familia Torres, que cuenta con más de 150 años de trayectoria como bodegueros y viticultores, para dar forma a su singular manera de conectar el vino con las estrellas. Allí nació, en 2004, Celeste Crianza, el primer vino de la bodega Pago del Cielo, que elabora también el blanco Celeste Verdejo en Rueda y los tintos Celeste Roble y Celeste Reserva, que ha recibido la medalla de oro y 95 puntos en los prestigiosos Decanter World Wine Awards. La bodega aúna tradición y compromiso con el trabajo, la pasión y el conocimiento técnico de un equipo liderado por Juan Ramón García, vinculado a la bodega desde hace más de doce años.
Hoy, Celeste Crianza es uno de los vinos de la DO Ribera del Duero con mayor proyección internacional. Cuenta con presencia en muchos países fuera de nuestras fronteras gracias a la peculiaridad de la zona y al compromiso de elaboración de la bodega, donde las cosas se hacen con el máximo cariño y cuidado. Un vino sencillamente único. Tan especial como una noche estrellada.