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Antoine Denevi.
«Eran ruidosos, pero no sospechamos»

«Eran ruidosos, pero no sospechamos»

Los vecinos del apartamento de Rincón de la Victoria en el que vivió el galo encarcelado relatan que se les oía hablar en francés y que apenas salían a la calle

Eugenio Cabezas

Jueves, 14 de abril 2016, 00:32

La estrecha calle El Tajo, a apenas 50 metros de la playa de Rincón de la Victoria, era a media tarde de ayer un hervidero de cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas, que buscaban los testimonios de los vecinos del presunto traficante de armas. La tranquilidad del bloque de apartamentos situado en el número 4 se vio alterada de nuevo, por segunda jornada consecutiva, después de que el pasado martes, durante más de seis horas, una treintena de agentes de la Policía Nacional se desplegaran en la zona para detener a Antoine Denevi, que se había instalado allí hace apenas un mes, junto a otras tres personas, su pareja sentimental y dos hombres de nacionalidad serbia y montenegrina.

«Hacían mucho ruido, durante todo el día, pero jamás hubiéramos sospechado nada de que fueran terroristas», comentó una de las vecinas, que prefirió no dar a conocer su identidad, «porque estos temas son muy delicados», apostilló. Según otra de las residentes, que vive justo en el piso de al lado, en la tercera planta del edificio, los tres arrestados se instalaron hace apenas un mes, «y no salían mucho, ni se dejaban ver». «Casi no nos hemos cruzado con ellos, sólo los escuchábamos hablar en francés, porque gritaban a menudo y hacían bastante ruido, parece ser que bebían bastante alcohol», dijo esta joven. «Fíjate que la ropa sigue ahí tendida», dijo señalando el tendedero que cruza desde una ventana hasta la pared de enfrente. «Lo único que comentamos entre nosotros, alguna vez, fue lo de los ruidos, pero por lo demás no habíamos visto nada raro», apostilló. La vivienda de alquiler es propiedad de un vecino de la capital, que la arrienda desde hace varios años. «Es un bloque muy tranquilo y nunca íbamos a imaginar que se iba a venir a vivir aquí alguien así, mejor que los hayan cogido», consideró Javier López, de 36 años, quien destacó el «espectacular despliegue policial».

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