Sánchez espera la decisión del juez para tomar medidas

MADRID. Si Susana Díaz resiste la presión de los partidos que podrían ayudarla a ser investida presidente de la Junta de Andalucía, Pedro Sánchez no se precipitará. El secretario general de los socialistas dejó claro ayer en Castellón que nada le disuadirá de esperar a que el juez haya tomado una decisión sobre la imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán antes de adoptar medida alguna en su contra. Aunque el momento político invite a hacerlo.

«Vamos a esperar a las declaraciones y a la Justicia, y cuando la Justicia hable -reiteró-, el PSOE hablará». Eso significa que si el magistrado Alberto Jorge Barreiro considera conveniente imputar algún delito concreto a los expresidentes andaluces, tras oír sus argumentos, se les exigirá que renuncien a sus actas de diputado y senador, respectivamente; una sanción que no recogen los estatutos del partido y cuya ejecución depende de la voluntad de los propios afectados (el Tribunal Constitucional ha sentenciado en varias ocasiones que el escaño no es propiedad del partido sino del cargo electo), pero a la que se comprometieron primero Díaz y Sánchez, después.

No era lo previsto en el código ético que aprobó el PSOE el pasado otoño, y que establece la exigencia de responsabilidades políticas en la apertura del juicio oral. Sin embargo, la presidenta de la Junta de Andalucía creyó que los ciudadanos querrían más contundencia y, sin consulta o comunicación previa a Sánchez, elevó el listón. Desde entonces, el secretario general de los socialistas mira de reojo los movimientos de la baronesa regional en ese ámbito.

Durante una visita a Castellón, donde se reunió con diferentes colectivos junto al secretario general de los socialistas valencianos y candidato a la presidencia de la Generalitat, Ximo Puig, Pedro Sánchez siguió los pasos de Díaz. En principio, antes de que acabe el mes el juez habrá resuelto por ellos. Y este asunto quizá deje de interferir en la campaña municipal del 24 de mayo.