La demanda de moda reduce la oferta gastronómica de Banús

Los visitantes con mayor poder adquisitivo demandan ropas de marca y complementos de lujo, y Puerto Banús parece decidido a dárselo aunque para ello tenga que modificar un escenario que hasta no mucho parecía inalterable. Las reglas del mercado en un espacio de apenas un kilómetro de longitud en el que no hay más que tres calles son inexorables y dos de los restaurantes más tradicionales y arraigados en el puerto, la marisquería Pepe y la marisquería Antonio, están a punto de servir sus últimas comidas. La primera lleva 40 años abierta, pero ha decidido echar el cierre. En su lugar se instalarán nuevas tiendas de moda, que multiplicarán una concentración de grandes marcas que parece no tener límite.

Maje, Escada, Zilli y DBDA son algunas de las marcas que buscarán este verano su espacio en el puerto. Algunas de ellas abrirán tienda para la próxima Semana Santa, mientras que otras han optado por aumentar el espacio con el que contaban. En el local de Hermes se realizan obras en estos días con el objetivo de casi triplicar el número de metros cuadrados para exposición y venta al público.

Nuevas joyerías

También está previsto que para esta temporada abran sus puertas dos nuevas joyerías, que se sumarán a las que ya existen, entre ellas Cartier, Bulgari, Tourbillon y Gómez y Molina.

Pese a que la venta de joyas, y sobre todo de relojes, es uno de los puntos fuertes de Banús, el liderazgo pertenece sin dudas a las tiendas de moda. Tom Ford tiene el puerto su único local de España, mientras que otras marcas de referencia en el mundo de la ropa de alta gama forman parte de la oferta permanente del puerto. Es el caso de Carolina Herrera, Roberto Cavanni, Dolce y Gabbana, La Martina, Gucci, Salvatore Ferragamo, Armani, Louis Vuitton, Jimmy Choo o Valentino, que mantienen presencia entre los casi 200 locales abiertos en el puerto y que constituyen una oferta irresistible para turistas de medio mundo.