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IGNACIO LILLO
Viernes, 14 de marzo 2014, 09:10
92 años, nueve meses y 20 días dan para mucho. Más, cuando se trata de un pasillo adosado a la roca, expuesto a las inclemencias y sin mantenimiento. Pues ese es el periodo que ha transcurrido desde aquel 21 de mayo de 1921 en que el rey Alfonso XIII recorrió el Caminito para asistir a la inauguración del embalse del Conde de Guadalhorce. Ayer, junto a la central hidroeléctrica que hay al pie del Desfiladero de los Gaitanes, a pesar de la puesta en escena del momento, los carteles anunciadores y las primeras instalaciones para elevar a los escaladores, todavía sobrevolaba el resquemor de la incredulidad. «¿Será verdad que esta vez es la definitiva?No es para menos. Desde su apertura, hace casi un siglo, hasta hoy se han producido al menos dos intentos de rehabilitarlo: en 1992 y en 2004. En 2001 se prohibió el acceso.
«Es un día histórico para Málaga», afirmó el presidente de la Diputación, Elías Bendodo, durante el acto de colocación de una peculiar primera piedra, que fue llevada por un especialista en un paseo de 85 metros de altura, junto a la cápsula plateada que contenía el acta del inicio de las obras, monedas de este año y cuatro diarios del día. El ente supramunicipal asume en solitario las obras del que será el proyecto más emblemático del mandato de Bendodo.Tiene un presupuesto de 2,24 millones y un plazo de ejecución de diez meses (más una parada biológica para permitir el anidamiento), a cargo de la constructora malagueña Sando.
Junto al dirigente de la institución se encontraban ayer los alcaldes de Álora, José Sánchez Moreno; Ardales, Juan Calderón; y Antequera, Manuel Barón. Así como el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar y numerosos miembros de la corporación supramunicipal. Entre los asistentes causó sorpresa la ausencia de algún representante de la Junta, lo que el delegado de Medio Ambiente, Javier Carnero, excusó por haber sido convocado a una reunión urgente a la misma hora.
Bendodo destacó que este hito supone «empezar de nuevo a conquistar este espacio, que el paso del tiempo llevó a estar cerrado y prohibido, pero que es un patrimonio que no puede estar en desuso porque es un activo turístico y ambiental para la provincia, ya que compatibiliza intereses ambientales y económicos». E hizo hincapié en que estas obras son el fruto de la cooperación institucional entre la Diputación, el Gobierno central (Adif tenía que autorizarlo, por la cercanía a las vías del tren); la Junta de Andalucía garante de los valores medioambientales y los tres ayuntamientos por cuyos términos municipales discurren estos cuatro kilómetros: «Son seis organismos y tres partidos políticos distintos. Abrimos una nueva época de relaciones institucionales». También tuvo palabras de gratitud para su antecesor en el cargo, Salvador Pendón, que arrancó el camino que ha permitido llegar hasta este hito.
El arquitecto responsable de la obra, Luis Machuca, explicó que la obra se va a hacer tal y como se acometió la primera vez: con los obreros descolgándose por el desfiladero para instalar una nueva pasarela de madera sobre los vestigios de la actual (de alta resistencia y fácil mantenimiento); acarreando los materiales mediante un helicóptero y con el máximo respeto por el entorno.
La Diputación ya ha cursado la invitación para que, dentro de algo menos de un año, el príncipe Felipe pueda emular a su bisabuelo y volver a pasear por el Caminito del Rey.
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