Diez cupones reparten 350.000 euros en Estepona y Benahavís

Tras 14 años como vendedor de la ONCE, Antonio Cabello repartió ayer la mayor alegría de su vida. Ayer vendió 10 cupones con el número 41.740 entre Cancelada, Benahavís e Isdabe y dejó a en total 350.000 en los barrios y el pueblo. Me enteré cuando me levanté esta mañana a las 6.30 horas. Miré en la máquina que tenemos el número que tocó y vi que acaba en cuarenta y ya me alarmé. Estuve mirando en todos sitio y ya vi que era el cupón que vendí, ha narrado el vendedor.

El número no fue fácil de vender. Ayer ya había salido un número terminado en 0 y la gente no lo quería, decía que era muy feo. Le ha tocado a la gente que no se había interesado en ver cual era el número que había salido antes ha explicado Cabello, que vive el día de hoy entre continúas felicitaciones. Al primer sitio al que fui fue a la cafetería donde suelo desayunar y allí me encontré con dos de los premiados, que les vendí los cupones allí. Estaban muy contentos, ha asegurado el lotero.

En Benahavís, la fiesta es aún mayor. En el pueblo lo está celebrando todo el mundo. Allí le ha tocado a la dueña de un estanco que está en silla de ruedas y la verdad que le hacía mucha falta,ha afirmado Cabello. Esta agraciada no sabía que le había tocado el sorteo, y Cabello no solo le dio la alegría de ganar 35.000 euros, sino también el de notificarselo. Cuando se lo dije un poco más y se cae de espaldas de alegría, explica.

El fin de su ruta de venta de cupones es en Isdabe. Allí aún no sabe a quienes les ha tocado el cupón, pero sospecha que a alguien de la residencia de ancianos, ya que el suele pasar tardes allí jugando al bingo. Allí jugamos cantidades pequeñas, pero seguramente haya gente que hoy tenga más dinero que ayer, ha bromeado Cabello.

Este no es el primer premio que reparte este vendedor. Hace unos años vendió otro cupón de 35.000 euros a una pareja que regentaba un restaurante, pero la situación no acabó bien. La mujer quería quedarse con el cupón y el tema acabó en los juzgados para demostrar que el boleto había sido comprado a medias, afirma el lotero, que hoy pasará el día entre felicitaciones de estas barriadas.