«Cristina Sánchez es como Goliat»

Diez millones de personas fueron testigos de la victoria de Ismael Beiro (Cádiz, 1974) en aquel experimento televisivo llamado Gran Hermano, en el año 2000. Este gaditano simpático se embolsó el premio (20 millones de pesetas) y se ganó el cariño de toda España por la divertida mafia que formó junto a Iván Armesto, otro de los concursantes, que quedó tercero en el reality de Telecinco. Trece años después se han reunido en Expedición Imposible (a las 22.30 horas, en Cuatro), una agotadora aventura por Marruecos. Ismael e Iván luchan por meter la cabeza en la semifinal del programa, que acabará en Marrakech.

Hemos visto rifirrafes entre los compañeros. ¿Hay mal rollito?

No, en absoluto. Pero hay mucha tensión acumulada porque tenemos mala alimentación, cruzamos el desierto... A veces, hay comentarios fuera lugar porque no todo el mundo sabe morderse la lengua. Venimos a competir, pero también nos toca compartir.

Se nota la competitividad.

Sí, todos luchan por ganar, pero los toreros, que es como llamamos cariñosamente a Cristina Sánchez y Alejandro da Silva, son de otro planeta. No sé qué ha comido esa gente en su vida, pero... ¡lo suyo no es normal! (risas). Se daba el pistoletazo de salida y a la primera de cambio los perdíamos de vista. A veces, cuando llegábamos a la meta, ellos llevaban una hora descansando.

¿Por quién apuesta como ganador?

Es impredecible. ¡Y lo digo por experiencia! Es una aventura que me recuerda a la fábula de la liebre y la tortuga. Para ganar las etapas tienes que combinar fortaleza, inteligencia y siempre estar pendiente de no separarte mucho del resto de expedicionarios. Como dice Raquel Sánchez Silva, nuestro lema es: sed fuertes, manteneos unidos y nunca abandonéis.

¿Qué diría que ha sido lo peor de esta aventura?

No recuerdo nada malo y no es por tirar balones fuera. Aunque a veces, la competitividad nos ha cegado y no nos dejaba disfrutar realmente de la experiencia.

¿Cuál ha sido la mayor locura que ha hecho en Marrakech?

Compartir una etapa con Cristina Sánchez (risas). Es como tener a Goliat de compañero y tener que estar a su altura. Como expedicionaria es salvaje y como persona, es un trozo de pan.

¿Se tintará el pelo si gana?

No hemos pensado en nada. Bailaremos, cantaremos, nos tiraremos en la primera fuente que veamos... ¿Quién sabe? Lo mejor es dar las gracias y marcharse de copas por Marrakech (risas).

«Hay que ser valiente»

¿Cómo fue el reencuentro con Iván Armesto?

Como siempre. Bromeando y contándonos los últimos acontecimientos de nuestra vida. Al rato ya nos burlábamos el uno del otro.

¿La mafia por fin ha madurado?

Es tan mafia como siempre. Con tan solo mirarnos ya sabemos por dónde y con quién.

Este año, un concursante de Gran Hermano se rompió los brazos al entrar en la casa. ¿Qué programa tiene más peligro?

En cualquiera de las dos aventuras hay que ser muy valiente para concursar. Aunque, para mí, tiene mucho más riesgo y es mucho mas peligroso participar Expedición Imposible.

¿Todavía sigue Gran Hermano por la tele?

¡Sí! Soy seguidor de todos los realities de este país.