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Juan Rambla lleva más de veinte años en el mundo de la noche, desde que empezó en 1989. ./ Salvador Salas
La diversión como negocio
DINERO Y EMPLEO

La diversión como negocio

Juan Rambla empezó en el mundo de la noche desde abajo, como relaciones públicas. Por sus manos han pasado 14 establecimientos entre bares de copas, discotecas y restaurantes

EUGENIO CABEZAS

Domingo, 2 de enero 2011, 12:30

Juan Rambla (Málaga, 1967) confiesa que empezó en el mundo de la noche «casi por casualidad». «Entonces jugaba al baloncesto en el antiguo Caja Ronda y también entrenaba a los chavales de las categorías inferiores en varios colegios, y el presidente de entonces, Paco Moreno, me propuso trabajar en su discoteca como relaciones públicas, la antigua Plató», recuerda este empresario, al que la pasión por la hostelería le viene también por tradición familiar. No en vano tanto su padre como su abuelo y su hermano Fran también se dedicaron y se dedican a este mundo.

«Mi abuelo tuvo lo que hoy es el Mesón La Aldea, en la calle Hoyo de Espartero, que hoy regenta un primo mío, y mi padre abrió Casa Rambla en la calle Carretería», recuerda Juan Rambla, que a partir de 1995 se decidió embarcar en un negocio nocturno propio. «Sentí que había llegado el momento, después de acumular mucha experiencia, haber organizado fiestas de Fin de Año y tener bares de copas para Semana Santa», dice.

Así abrió el Siempre Así de la mano de los que a partir de entonces se convertirían en su mayor apoyo, sus socios Joaquín Anaya y Francis Vera. El emblemático local, del que llegaron a abrir una sucursal en la zona de bares de copas de Puerto Marina, en Benalmádena Costa, cambió de nombre en 2008 y se pasó a llamar Arte Lounge Club. «Fue uno de los momentos más duros de mi trayectoria», confiesa Rambla, quien no obstante reconoce: «En este mundo hay que estar continuamente avanzando y pensando en cosas nuevas, sobre todo ahora con la que tenemos encima con la crisis», apostilla.

Sector complicado

«Este es un sector muy complicado, porque no sólo te dedicas a vender alcohol, algo que ya de por sí no es igual que poner comidas, porque cada uno reacciona de una manera cuando consume bebidas alcohólicas, sino que aquí también tienes que tener en cuenta muchos frentes, como los temas burocráticos, los problemas con los vecinos...», enumera este profesional de la noche. A todo esto se añaden además los sacrificios que hay que llevar a cabo «cuando uno trabaja mientras todos los demás se divierten», apostilla Juan Rambla.

«Nosotros estamos continuamente innovando, pensando en cosas nuevas, como las redes sociales, las fiestas, los artistas que contratas, la iluminación, el sonido... Y para colmo, vives al revés que el resto del mundo, porque tienes que dormir de día», confiesa este empresario, que gestiona actualmente dos bares de copas el mencionado Arte Lounge Club, en la calle Convalecientes y Opium, en la calle Santa Lucía,y dos discotecas: la Sala Gold, en la calle Luis de Velázquez, y la Sala Wengé, también en la calle Santa Lucía de la capital.

Nuevos proyectos

En estos dos últimos negocios cuenta también con el apoyo de su hermano Fran y de otro de sus socios, José Alberto Nieto, con quien comenzó la singladura profesional en 2003 abriendo la entonces llamada Sala Karma, convertida desde el pasado año, junto al antiguo Casa Nova, en la Sala Gold. Pero en el currículum profesional de Juan Rambla figuran al menos otra decena de proyectos que él no considera frustrados, sino más bien experiencias que «por unos motivos o por otros decidimos ir cambiando de nombres o de lugar o directamente desprendernos de ellas», manifiesta.

En este último apartado de su lista de establecimientos se incluyen los bares de copas Medievo o Skopas o el restaurante mexicano Tex Mex, en la avenida Pintor Sorolla, que mantuvo entre 1999 y 2005. Paralelamente a su labor profesional, Juan Rambla ha desempeñado también una activa función de representación del colectivo en el que se mueve, los bares de copas y las discotecas, dentro de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Málaga (Aehma), una organización que ahora se está reagrupando por gremios para crear la Federación Malagueña de Hosteleros, en este mes de enero.

Juan Rambla anuncia además que tiene en mente varios proyectos, como abrir un bar de copas y una terraza de verano. «Todo esto sólo se lleva para adelante durmiendo poco», bromea.

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