Secciones
Servicios
Destacamos
SUR.es
Jueves, 24 de diciembre 2009, 13:22
La Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA) tras el fallecimiento por shock anafiláctico en Málaga de un joven de 20 años ha emitido un comunicado en el que da una serie de consejos a tener en cuenta por todas aquellas personas que no asimilen ciertos alimentos.AEPNAA lamenta en el comunicado que ha emitido la muerte del joven malagueño tras la ingesta de un flan con nueces, y se une al dolor de su familia.
Si bien, matiza la asociación, estos casos son excepcionales, y recuerda a los alérgicos, a sus familias, médicos y sociedad en general, que deben aplicarse las medidas existentes para evitar estas muertes.
Estas medidas son:Un correcto diagnóstico de la enfermedad alérgica, acompañado de un protocolo de actuación para el caso de reacciones alérgicas, que deben conocer los alérgicos y su entorno.Una vez diagnosticada la alergia, según la historia clínica, el alergólogo puede prescribir un dispositivo autoinyectable de adrenalina que debe ser administrado de inmediato al inicio de una anafilaxia, la reacción alérgica de máxima gravedad con compromiso vital.
En este caso, el alérgico deberá llevar siempre consigo su medicación de rescate, autoinyectable de adrenalina, y las personas que conviven con el paciente deben estar entrenadas en identificar una reacción alérgica grave y saber administrar la medicación a tiempo.
El tiempo que se tarde en medicar juega un papel decisivo en la evolución de la reacción, la utilización de la adrenalina paraliza la evolución fatal de la reacción y permite que la atención urgente especializada, pueda llegar a tiempo.Esto es especialmente importante en el caso de niños pequeños, ya que no tienen la suficiente utonomía para automedicarse, y los adultos responsables de su custodia (padres, maestros, profesionales de comedor escolar, monitores, ...) deben estar muy bien informados en este sentido para evitar que estas tragedias se repitan.
Actualmente la legislación española no contempla la custodia y administración de la medicación de escate en caso de una reacción alérgica grave (anafilaxia) con compromiso vital. Así que estas personas se encuentran en una situación realmente peligrosa; ya que los niños alérgicos dependen de la buena voluntad de sus profesores que, sin ningún amparo institucional, tienen que asumir esa labor sin que ni siquiera se les proporcione una formación sobre cómo y cuándo actuar. Algunos profesores incluso denuncian que tienen que proteger al menor alérgico de su aula (aceptando la custodia y administración del autoinyector de adrenalina) desobedeciendo a sus superiores, dirección del centro e inspección educativa, que les prohíbe esa conducta.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La juzgan por lucrarse de otra marca y vender cocinas de peor calidad
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.