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Profesores (comensales) y alumnos (camareros) se esfuerzan por entenderse en inglés. :: ÁLVARO CABRERA
Cuando el té manda en la mesa
LA PÁGINA BILINGÜE

Cuando el té manda en la mesa

Alumnos del Rosaleda disfrutan cada jueves de un desayuno inglés La carta está en el idioma de Shakespeare. Los que estudian Hostelería y los comensales se citan cada jueves para charlar al más puro estilo British

PILAR R. QUIRÓS prquiros@diariosur.es

Domingo, 20 de diciembre 2009, 12:08

El primer día salieron a por todas, con ganas de agradar y de entender a su público. Los profesores del instituto Rosaleda, comensales del desayuno, tenían que hablarles en inglés. Los alumnos de Hostelería ya les habían informado a través de un díptico ilustrado con dos camareros dibujados con personajes de cómic y encabezado por la palabra Breakfast. Debajo, los chicos interactúan: Dont leave us alone (No nos dejes solos). Please, come and visit us.

Dicho y hecho. Todos los jueves los doce estudiantes de grado medio de Hostelería de Servicio y Restauración esperan a sus conocidos clientes a las 10,45. Todos perfectamente uniformados, con una sonrisa en sus caras y con el 'chip' británico. Ganas no le faltan. A la llegada, uno de los profesores se disculpa: «Yo de English, petit», dice mezclando su segura inclinación francófona con las ganas de agradar. Otros más listos esperan a que los más dispuestos pidan lo que quieren desayunar y entonces, 'voilà', se decantan por un simple y sencillo: «The same, please», que aprendieron el primer día para decir que querían lo mismo que el de al lado sin casi ni siquiera abrir la boca, como cuenta jocosa una de las profesoras que coordina esta actividad, Elena Llera, junto a Francisco Muñoz, profesores del Servicio en restauración.

Alejandro Navarrete, de 18 años, muy dispuesto, se dirige hacia el visitante: What do you want? (¿Qué quiere?), pregunta en un inglés algo atascadillo pero con mucha voluntad. «Just an orange juice, please» (sólo un zumo de naranja, por favor), le contestan. Entonces, lleva su mano a la libretilla y lo apunta literal. «Uf, prueba superada», debe pensar mientras se dirige con la comanda hacia la cocina. Esta actividad se ha puesto en marcha este año en el instituto Rosaleda puesto que el grado medio de Hostelería ha conseguido la calificación de bilingüe por la Consejería de Educación, y tal distinción merece un esfuerzo. «Lo pensamos como actividad para complementar los conocimientos de los alumnos en inglés», subraya Elena. «Ahora estamos realmente sorprendidos porque sacan mejores notas en inglés que en español», reseña.

Pero volviendo al 'breakfast' lo más interesante, sin duda alguna, es intentar aprender a decir pitufo catalana en inglés que, obviamente, y dado la imaginación de los asistentes, todos españoles, tiene múltiples formas de llamarse. Desde el todo seguido 'toast with oil, tomato and ham' (tostada con aceite, tomate y jamón), el cortito catalana sandwich, o el más correcto, según la profesora asistente de conversación, Kelly Kamnikar, que sería white bread sandwich of catalana que, por largo, obviamente no utiliza casi nadie. Eso sí, el please que no falte.

La mesa de Lola, Esteban y Juan Antonio está de lo más animada. Lola, que es profesora de Ciencias, está encantada con la iniciativa, sobre todo porque ha decidido apuntarse también en inglés en la escuela de idiomas. «Todo sea por mejorar», mientras degusta un 'coffee with milk' (café con leche). Y Esteban se atreve con un 'american te' (té americano sólo con leche). Juan Antonio Valero se afana en decir que está 'fine' (bien) con un buen acento inglés, pese a que nunca lo ha estudiado. Todos disfrutan de un momento divertido, que se repite cada jueves. La única pena es que sólo sea para los miembros del instituto, aunque a los visitantes de esta jornada les agasajen con una pequeña exquisitez: 'King's cake', un roscón de Reyes.

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