Encarcelado el autor de la quema de siete vehículos en comisaría

El juez decretó ayer prisión incondicional y sin fianza para el joven detenido como presunto autor del incendio el pasado martes de siete vehículos policiales aparcados junto a la Comisaría Provincial. J. A. S. C., de 30 años, pasó ayer a disposición judicial después de prestar declaración, el magistrado decidió enviarlo a la cárcel al imputarle un delito de incendio intencionado con graves daños y peligro para las personas.

El joven fue detenido 12 horas después de que se desatara el fuego. Durante todo ese tiempo permaneció escondido en su domicilio, un piso alquilado en el barrio de Carlinda, según explicaron fuentes próximas a la investigación. A las dos de la tarde del martes, acudió al juzgado a entregarse tras saberse buscado por la policía, que estuvo preguntando por él en los bloques de la calle Conan Doyle, aledaños a la Comisaría Provincial de Málaga, donde vive su familia.

El joven fue interrogado por agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional, que han llevado las pesquisas del caso. Según las fuentes, reconoció lo que había hecho y se mostró arrepentido. Achacó el incidente al enfado que le provocó que horas antes unos policías lo atendieran, a su juicio, de forma inadecuada.

Todo comenzó a las diez y media de la noche del lunes, cuando J. A. S. C. -un joven con antecedentes y de perfil «agresivo», según la policía- se presentó en comisaría para denunciar que esa tarde unos hombres que se identificaron como agentes de la ley le habían robado. A los funcionarios les pareció que iba bebido y no dieron crédito a lo que decía. El hombre se marchó enfadado y, según las mismas fuentes, advirtió: «Os vais a enterar».

A la una de la madrugada, una cámara de la estación de servicio de Cruz del Humilladero lo grabó cuando acudió a comprar una botella de gasolina. A las 1.49 horas, el sistema de videovigilancia de la comisaría captó a un individuo que se metió entre dos furgones aparcados en la parte de atrás y les prendió fuego. El incendio que presuntamente provocó se extendió a siete vehículos policiales y causó daños que rondan los 300.000 euros.