

Secciones
Servicios
Destacamos
R. GORRIARÁN
Viernes, 18 de septiembre 2009, 03:39
Cuatro días han tardado el Gobierno, la dirección del PSOE y el grupo parlamentario en dar una respuesta común ante las denuncias de la oposición sobre la presunta soledad de José Luis Rodríguez Zapatero. Los ministros de Interior y Fomento, la secretaria de Organización del partido y el portavoz en el Congreso rechazaron la supuesta carencia de apoyos internos del jefe del Ejecutivo y que exista una corriente crítica entre los socialistas hacia su política.
«No veo soledad del presidente», manifestó Alfredo Pérez Rubalcaba. Su compañero José Blanco arremetió contra los que tienen «cierto interés» en que se generalice «la sensación» de que existe una división en el PSOE. Leire Pajín se apuntó a este diagnóstico y señaló que del primero al último militante, incluida «la vieja guardia», la más crítica según algunos, comparten el proyecto de Zapatero. José Antonio Alonso subrayó que el PSOE cuenta con un líder «muy legitimado y muy apoyado».
Rubalcaba sostuvo que Zapatero hace lo mismo que otros gobernantes europeos y sus políticas se parecen como «dos gotas de agua» porque han sido coordinadas en las reuniones del G-20 o de la UE. El titular de Fomento insistió en que la política gubernamental es «la que recomienda» la Unión Europea, y la desarrollan gobiernos de todo signo, incluidos los de la familia ideológica del PP.
La secretaria de Organización socialista garantizó que el presidente del Gobierno está respaldado por «todo» el PSOE porque su «gran virtud» es aunar todas las sensibilidades internas. Pajín dio por descontado el apoyo de la vieja guardia socialista, la que acompañó a Felipe González, y citó que algunos de sus exponentes más claros. Rubalcaba, Manuel Chaves, María Teresa Fernández de la Vega o Elena Salgado, están en el Gobierno y son partícipes de la política gubernamental.
Por tanto, hablar de disensiones entre los dirigentes de viejo cuño y los nuevos es «un falso debate». El portavoz parlamentario negó asimismo el presunto «malestar» entre los diputados porque ven que el jefe del Ejecutivo y su respuesta a la crisis tienen «solidez y fortaleza».
«En su atalaya»
El PP no se amilanó por la respuesta socialista y atribuyó la soledad del presidente del Gobierno a su forma de gobernar. El hecho es que «todos los que antes le apoyaban ahora le den la espalda», dijo la secretaria general del partido opositor, Dolores de Cospedal, quien propinó a Zapatero un durísimo ataque personal y político en la reunión de presidentes provinciales de su partido. «Zapatero permanece impasible, sordo y soberbio», porque está «ensimismado», «solo y aislado en su atalaya».
La número dos del PP aseguró que España padece una crisis económica y es víctima de «una crisis política y social» porque quien está al frente del Gobierno es «un inconsistente, improvisador, profundamente sectario y un fundamentalista de ideología caduca».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.