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JUAN CANO
Miércoles, 26 de agosto 2009, 15:42
Lo estaban esperando. Cuando el panadero se disponía a salir a la calle para fumarse un cigarrillo, los ladrones empujaron la puerta hacia el interior para golpearle en la cara con ella e introducirlo de nuevo en la tienda. Una vez dentro, lo maniataron, amordazaron y apalearon para robarle un botín de apenas quinientos euros.
El suceso ocurrió sobre las cuatro de la madrugada del sábado al domingo en una panadería de la zona de Ciudad Jardín. El hombre, que regenta el negocio junto a otro matrimonio, se encontraba solo en el establecimiento para preparar los productos que iban a vender por la mañana.
Los asaltantes, que iban armados con un cuchillo, cogieron al trabajador desprevenido justo cuando iba a tomarse un descanso en el trabajo. Uno de ellos llevaba un pasamontañas, mientras que el otro actuó a cara descubierta. Lo introdujeron por la fuerza dentro de la tienda y le propinaron varios golpes para reducirlo.
Los ladrones se tomaron su tiempo. Según ha podido saber este periódico, utilizaron una brida de plástico para maniatarlo. Seguidamente, lo amordazaron para que no hiciera ruido y alarmase al vecindario.
Los delincuentes consiguieron hacerse con el dinero de la recaudación, al parecer, de varios días. Los cacos se apoderaron de una suma que podría rondar los quinientos euros, según apuntaron fuentes cercanas al caso.
Tras conseguir lo que iban buscando, los atracadores se dieron a la fuga, dejando al panadero maniatado -aunque de una forma burda- y amordazado. El hombre consiguió liberarse aproximadamente quince minutos más tarde y avisó a la policía.
La víctima precisó asistencia sanitaria tras el robo, ya que presentaba una herida abierta en una ceja. Una ambulancia acudió al lugar de los hechos para trasladarlo a un centro hospitalario con el fin de que le curaran la herida.
La denuncia está en manos de la Policía Nacional, y más concretamente del Grupo de Sirlas, que investiga los robos con intimidación siempre que el ladrón o ladrones no empleen un arma de fuego, en cuyo caso se haría cargo el Grupo de Atracos.
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