Radiografía de la enfermería: escasez y poca especialización

El pasado lunes, Rayán, el bebé de la primera víctima mortal por gripe A en España, fallecía por una trágica negligencia médica. Una enfermera de 22 años en su primer día de trabajo en la UCI de Neonatología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid había administrado al recién nacido la nutrición enteral por vía intravenosa en lugar de por vía nasogástrica. El mismo día de su muerte, el gerente del centro hospitalario, Antonio Barba, anunciaba el «terrorífico error profesional». La enfermera que presuntamente cometió la negligencia ha ingresado en un centro psiquiátrico y sus compañeros hacen piña en torno a ella y exigen la dimisión de Barba por criminalizar a la profesional antes de hacer una investigación.

Lo que parece claro es que la muerte del pequeño Rayán ha suscitado un debate sobre la situación laboral de los enfermeros en España. El Consejo General de Enfermería ya ha indicado que el fallecimiento del pequeño marcará un antes y un después en la Sanidad pública española y que parte de la responsabilidad recae en un sistema con importantes déficit estructurales.

Dotación insuficiente

Para los sindicatos, el primer problema es el de una dotación insuficiente. Faltan enfermeros en el sistema y sólo hay que echar un vistazo a los datos del INE y las recomendaciones de la OMS para comprobarlo. España se encuentra en los últimos puestos en cobertura de enfermeros por cada 100.000 habitantes con 536 frente al ratio de 860 de la Unión Europea o los 808 de media si atendemos a los países de la Europa de los 27. Pero incluso la media nacional es envidiable en comparación con la andaluza. La Comunidad es la penúltima en España en dotación de enfermeros con sólo 430 por cada 100.000 habitantes, y la provincia de Málaga está entre las peores posicionadas.

Según el Colegio de Enfermeros de Málaga, la provincia dispone de 355 enfermeros por 100.000 habitantes, unos 400 de ratio para la delegación provincial del Sindicato de Enfermería SATSE. Ambas entidades coinciden en señalar que, para un servicio sanitario mínimamente efectivo faltan 700 enfermeros en la provincia, donde hay en activo aproximadamente 6.500 profesionales, 5.000 de ellos en la Sanidad Pública, aunque para acercarse a los parámetros en los que se mueve Europa, faltarían más de 4.000. En España, SATSE apunta a una escasez de 122.000. «Somos el segundo país con mayor número de médicos y el tercero con menor numero de enfermeros de la UE», añade Juan Antonio Astorga, decano del Colegio de Enfermeros en Málaga.

La escasez de profesionales se une a la precariedad laboral. Durante los primeros años, los nuevos enfermeros van de un destino a otro y de una especialidad a otra a través de una bolsa de trabajo única, que no atiende a la experiencia de los titulados ni a la dificultad del servicio, sino a su número en la lista. Según este sistema de contratación, una enfermera recién salida de la carrera puede tener como primer destino una UCI. Eugenio Pérez, secretario provincial de SATSE, defiende que este sistema es limpio y evita contrataciones 'a dedo'. Para Astorga, esta bolsa no garantiza la calidad de los empleados contratados.

En verano y festivos aumenta el número de contratos temporales. «Son profesionales, pero muchos están en la especialidad a la que les destinan por primera vez y pueden terminar en una unidad crítica», indica Astorga. Los sindicatos también denuncian que no se están cubriendo todas las bajas en los centros de salud, aunque sí en los hospitales. «En las plantas se trabaja ya bajo mínimos, así que no tienen otro remedio que cubrir las bajas o las vacaciones», dice Pérez.

Precariedad

Los hospitales aseguran que se cubren el 100% de las plazas, aunque la delegación de Salud no ha querido pronunciarse sobre la situación en centros de atención primaria. Fuentes de Carlos Haya señalan que se intenta acudir a contrataciones temporales de personas con experiencia en los cuidados críticos y que si no se puede, los novatos siempre supervisados atienden los casos más leves. En el Clínico, afirman que tienen un plan de acogida de los enfermeros que cubren las vacaciones para que se familiaricen con sus destinos, aparatos y procedimientos antes de empezar a trabajar. Pero a veces no es suficiente con las contrataciones y los enfermeros tienen que doblar turnos que se pagan con días de descanso que luego nunca llegan debido precisamente a la carencia de personal. «Se está sobrecargando al profesional y uno no trabaja igual si lleva seis horas que si acumula diez», dice Astorga.

Otro problema es el de la especialización. «No se ha apostado por las especialidades a pesar de que existe un decreto sobre este tema desde 2005 que permite desarrollarlas», indica Juan Antonio Astorga. Actualmente, sólo se puede elegir entre dos especialidades de enfermería: matrona y salud mental. «Los diplomados salen con buen nivel de las escuelas universitarias; prueba de ello es que se los rifan en el resto de Europa, pero la formación que reciben es muy general», indica la directora de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga, María Teresa Labajos. Pero necesitan una formación más específica. Juan Bosco, director técnico de la Escuela Universitaria de Enfermería de Ronda, cree que las especialidades también acabarían con el cuestionable sistema de contratación. «Debería haber una bolsa por cada especialidad, así se contrataría siempre a gente preparada para cubrir las unidades concretas», indica.

Mientras, las Escuelas Universitarias afrontan el próximo curso la incorporación al Plan Bolonia. En lugar de tres cursos habrá cuatro y más horas prácticas. Pero sigue quedando pendiente el desarrollo de las especialidades. Y también una revisión del sistema de salud para que casos como el de Rayán no vuelvan a producirse.