La Pasión revive la muerte de Jesús como un drama intimista

Drama, tormento, soledad y muerte. Sentimientos terribles y verdades universales se entrecruzan en la representación de la Pasión más lírica de las que se llevan a cabo en la provincia. Domingo de Ramos, Lunes Santo y Martes Santo son los días en los que se lleva a escena en la iglesia de Casarabonela un auto sacramental intenso, sobrecogedor e intimista, donde la recreación de los últimos días de la vida de Jesucristo esconden una dura reflexión sobre la naturaleza del ser humano.

Un montaje atrevido, unas interpretaciones llenas de fuerza (este año se estrena un nuevo actor en el papel central) y un escenario oscuro contribuyen a reforzar la intensidad dramática de una obra que ha cumplido este año su edición número 26. Son cinco actos y 35 escenas donde se recrean los pasajes clave de la Pasión: la Purificación, la Traición, la Blasfemia, el Infierno, la Muerte y la Salvación. Extraordinarios juegos de luces y sombras, un vestuario sobrio y austero y unos monólogos casi filosóficos se han revelado también como los grandes atractivos de esta representación, que hoy Martes Santo celebra su última función a partir de las nueve de la noche en el interior de la parroquia de Santiago Apóstol.