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INFANTIL

¡Al abordaje!

ANTONIO A. GÓMEZ YEBRA

Viernes, 27 de febrero 2009, 03:54

CARLOS Reviejo ha dedicado parte de su esfuerzo creativo a los adultos aunque lleva muchos años entregado a la creación literaria para niños. En este campo se mueve como pez en el agua, y en esta ocasión, con 'Queridos piratas', como un pirata por el mar.

El tema de los piratas, que tan magníficos ejemplos literarios dejó hace más de un siglo, y que ha sido llevado tantas veces al cine con éxito -especialmente en los últimos años-, sigue dando que hablar en una época en que sigue habiendo piratas y estos continúan haciendo lo que saben hacer: llevarse lo ajeno.

Carlos Reviejo elabora unos piratas que no son tan malos como se supone -otra muestra de la desmitificación de asuntos y personajes que se produce en estos tiempos- y que incluso cuando se jactan de su maldad, da la impresión de que no será para tanto.

El mensaje del niño que escribe y envía una carta por el tradicional correo de la botella, lo deja bien claro, por si no quedaba ya diáfano en el título: queridos piratas.

Búsqueda de libertad

Y un niño no puede querer a alguien que tenga el alma negra. Un niño reconoce la gran virtud de los piratas: la búsqueda de la libertad que ya cantó nuestro sin par Espronceda en el XIX.

Claro que también tiene cabida algún pirata que hace honor a su nombre y a las características que se le suponen: ese nuevo personaje, de nombre clásico, Morgan, capaz de engañar a sus propios compañeros y marcharse con las ganancias a disfrutar en la Riviera vestido con ropa de Armani, aunque recuerde con añoranza aquellos tiempos pasados.

Un poemario sabroso, con momentos de humor y otros especialmente líricos, con versos ligeros, casi siempre de seis sílabas, que los hacen muy apropiados al pequeño lector.

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