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Llevar a un hijo a la guardería sale más caro que mandarlo a la Universidad
MÁLAGA

Llevar a un hijo a la guardería sale más caro que mandarlo a la Universidad

El gasto medio para estos centros es de casi 1.600 euros anuales, frente a los 1.255 euros que cuestan los estudios superiores El comedor supone el segundo gran desembolso de las familias

IGNACIO LILLO

Martes, 24 de febrero 2009, 11:23

Ahorrar para mandar a un niño a la guardería. La tierna infancia es la etapa más cara de la crianza de un hijo. Lo dicen los padres y lo ha comprobado el Instituto Nacional de Estadística. En un estudio nacional que se hizo público ayer la institución pone de relieve que los hogares con niños entre cero y dos años gastan un promedio de 1.581 euros anuales en educación, quinientos euros más que el desembolso medio por estudiante y 300 euros más que en la etapa universitaria, considerada tradicionalmente la fase más cara de la formación de una persona.

A pie de calle, la realidad es incluso más cruda que en las frías estadísticas oficiales. Virginia Castilla, enfermera, camina de la mano de la pequeña Gema, de dos años, y de su abuela, Juana, por la avenida Arroyo de los Ángeles. Cuando se le pregunta, no duda ni un instante, y reconoce que ha hecho el cálculo muchas veces. La familia se gasta al año más de tres mil euros -el doble de lo estimado por el INE- en la guardería, a razón de 275 euros mensuales. Allí pasa desde las nueve hasta las cinco, almuerzo incluido. Castilla y su marido trabajan, y aunque su madre ayuda, asegura que esta es la única forma de compaginar el horario laboral con el cuidado de los hijos.

El matrimonio formado por Antonio Luna, profesor de 41 años, y Raquel Rueda, enfermera de 31, pasea en compañía de sus dos hijos, Icíar, de cuatro años e Iván, de 18 meses. Viven en Marbella, y allí, dejar al pequeño al cuidado de los monitores, les supone un desembolso de 170 euros mensuales, en horario de nueve a cinco y con la comida incluida en el precio. Ambos reconocen que han tenido suerte y que su centro es muy barato. «En algunas guarderías te metes fácilmente en los 300 euros».

El matrimonio se ha plantado y no se plantea tener más hijos. La razón: «Los dos trabajamos y no se puede conciliar la vida familiar y laboral».

Sin plazas públicas

Estos ejemplos ilustran una realidad desoladora para las parejas que se plantean tener hijos: sólo uno de cada siete menores de tres años tiene acceso a una plaza subvencionada en guarderías, donde los casi doscientos centros públicos y conveniados de la provincia, con una oferta de unas diez mil plazas, apenas cubren una parte mínima de la demanda. En la provincia están censados 66.000 pequeños de entre cero y tres años.

Así las cosas, se explica que la fase más cara de la educación de un hijo sea, precisamente, la de sus tres primeros años de vida, pues la falta de centros públicos obliga a recurrir a los privados. El INE constata esta realidad y pone de relieve que el 55% de los pequeños acude a centros privados sin subvención; un 34% a instituciones públicas y casi un 11%, a privados subvencionados.

A la Universidad

El siguiente gran desembolso educativo se produce 18 años después, en caso de que estudien en la Universidad, por encima de los 1.250 euros. Aunque, a decir verdad, la diferencia entre esta etapa y las dos anteriores, el Bachillerato y la Educación Secundaria, es muy reducida. Según el INE, la fórmula más económica es la Formación Profesional, que apenas cuesta 550 euros anuales. Mientras, el mayor gasto se produce en las universidades privadas (2.773 euros).

Sin embargo, en este punto el estudio se fija en la necesidad de muchos jóvenes de cambiar de ciudad para cursar la carrera elegida. El alojamiento se convierte por tanto en una parte clave de la etapa formativa, con un gasto superior a los 2.700 euros (el doble de lo que cuesta la propia matrícula en la facultad). El 7,6% de los universitarios viven fuera de casa, según este informe.

Comedor escolar

En cuanto a los servicios escolares, el más demandado es el comedor, al que acude uno de cada cuatro alumnos de Infantil y Primaria, con un gasto medio de 530 euros. En los colegios privados el número de usuarios es mayor (uno de cada tres), y el coste asciende hasta los 830 euros. Le sigue el transporte escolar, con un precio de unos 225 euros anuales.

Los hogares españoles gastan una media de 380 euros al año en actividades extraescolares, de las que disfrutan poco más del 43% de los estudiantes, la mitad en el propio centro y la mitad en academias externas (en este caso, la factura asciende a casi 660 euros).

Otro capítulo es el equipamiento escolar (libros de texto, uniformes, etc), del que el INE estima una cuantía de 462 euros en Primaria, 453 en la ESO y 420 en Bachillerato. Paradójicamente, los estudiantes universitarios son los que menos recursos destinan a apuntes y libros (75 euros).

Por ello, aunque la primera fase de la crianza de un hijo sea la más cara, como explica Juana Reina, madre y abuela malagueña, «los hijos suponen gastos hasta cuando no están en casa».

Al tiempo, recuerda las dificultades que encuentran muchos jóvenes para encontrar un empleo en el actual contexto laboral, lo que está retrasando su edad de emancipación.

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