Borrar
BENDICIÓN. El Papa se dirige a los fieles tras una misa. / G. GIGLIA. EFE
El Vaticano cierra las puertas a los gays por considerarlos desviados e inmaduros
VIVIR

El Vaticano cierra las puertas a los gays por considerarlos desviados e inmaduros

Asegura que no basta que los aspirantes al seminario hagan voto de castidad

ÍÑIGO DOMÍNGUEZ

Viernes, 31 de octubre 2008, 03:33

El Vaticano reafirmó ayer que, en opinión de la jerarquía católica, un homosexual es alguien que sufre «una desviación, una irregularidad» que le impide tener relaciones sociales normales y que, por poseer «una identidad sexual incierta», padece una «grave inmadurez». Por tanto, no puede ser sacerdote y tiene prohibido ingresar en un seminario. Da igual que respete su voto de castidad o, en palabras del documento presentado, «se abstenga del ejercicio de la genitalidad». Podría pensarse que, heterosexual u homosexual, nada cambia a fin de cuentas si alguien que quiere ser cura hace un voto responsable de celibato, pero para el Vaticano no es así: la homosexualidad «es una herida para poder ejercitar el sacerdocio», según dijo el cardenal polaco Zenon Grocholewski, prefecto de la Congregación para la Educación Católica. «La castidad por el Reino es mucho más que la simple ausencia de relaciones sexuales», concluye el documento. Apoyo psicológico La Iglesia vuelve a insistir en este aspecto en un texto dado a conocer sobre el apoyo psicológico del que pueden valerse los seminarios a la hora de aceptar nuevos alumnos. Se llama 'Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio' y ahonda en las reflexiones que ya hizo en 2005. Aquel primer documento fue parte de la reacción oficial al enorme escándalo de las miles de denuncias contra curas por abusos sexuales, principalmente en EE. UU., donde causó incluso la bancarrota de algunas diócesis por las indemnizaciones judiciales. Desde 2002, con Juan Pablo II, la Iglesia afrontó por primera vez la realidad de que en el clero proliferaba la homosexualidad y desde entonces estableció una perversa relación automática, muy criticada, entre pedofilia y homosexualidad. Por todo ello, y según sus razonamientos, la política de la Iglesia comenzó a orientarse a filtrar el acceso de homosexuales a los seminarios. La preocupación de fondo del Vaticano es mucho más amplia. La Iglesia es consciente de que no sólo llegan pocas personas al seminario, sino que provienen de una sociedad de la que sospecha lo peor. Los aspirantes «reflejan el malestar de una mentalidad emergente caracterizada por el consumismo, por la inestabilidad de las relaciones familiares y sociales, por el relativismo moral, por las visiones erradas de la sexualidad, por una sistemática obra de negación de los valores, sobre todo por los medios de comunicación». De ahí que al Vaticano le interese echar mano de psicólogos para evitar «errores de discernimiento en las vocaciones». No obstante, esto último se hará en casos excepcionales, con el consentimiento del interesado y de forma auxiliar, pues la última palabra sobre un seminarista será naturalmente del obispo de la diócesis.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur El Vaticano cierra las puertas a los gays por considerarlos desviados e inmaduros