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RAMÓN GORRIARÁN
Jueves, 30 de octubre 2008, 02:51
José Luis Rodríguez Zapatero se encontró con un regalo nada más llegar ayer a El Salvador para participar en la XVIII Cumbre Iberoamericana: el presidente del país anfitrión, Antonio Saca, planteará al plenario de gobernantes que España represente a la comunidad en la cumbre del 15 de noviembre en Washington. La ministra de Asuntos Exteriores de este país centroamericano, Marisol Argueta de Barillas, señaló que España tiene «sin duda un espacio relevante en el contexto económico actual» que justifica su presencia en la reunión del G-20. Si Pekín y la cumbre Unión Europea-Asia no fue el escenario más propicio para recabar apoyos para que España esté en la cita de Washington, San Salvador y la Cumbre Iberoamericana parecen ser un terreno más amable. En la capital china, el presidente del Gobierno era uno más de los gobernantes, y no el más relevante, pero en la capital centroamericana su figura tiene un peso y un ascendente indudables, como se pudo comprobar con la propuesta salvadoreña, que tuvo una buena acogida en la reunión de los ministros de Asuntos Exteriores. La propuesta no suscitó rechazos entre los países latinoamericanos y, con toda probabilidad, será aprobada, ya que ni México ni Brasil ni Argentina, los tres países de la región socios de ese club de países desarrollados y emergentes que es el G-20, han puesto reparos a la iniciativa. Rodríguez Zapatero, de salir adelante la propuesta, acudiría a la reunión del 15 de noviembre para ser la voz de la comunidad iberoamericana y tendría que defender el documento sobre la crisis económica y financiera que aprobará la XVIII Cumbre Iberoamericana. Un texto al que los titulares de Exteriores de las 22 naciones representadas en San Salvador daban ayer los últimos retoques. El documento pondrá énfasis en el incremento de los mecanismos de regulación bancaria, en las fórmulas para impedir que la crisis financiera golpee a la economía real y en la necesidad de reformar las instituciones mundiales, como el FMI y el Banco Mundial, para su democratización. Mandato de la comunidad Fuentes gubernamentales admitieron, no obstante, que aún no está resuelta la fórmula para que, una vez que el presidente del Gobierno tenga ese mandato de la comunidad iberoamericana, participe en la cita de Washington. La posibilidad con más fundamento, agregan las fuentes, es que Brasil, como presidente del G-20, curse una invitación a España. Este asunto será abordado en el encuentro que mantendrán hoy Rodríguez Zapatero con el mexicano Felipe Calderón y el brasileño Inacio 'Lula' da Silva. Una charla que, de momento, tampoco está cerrada porque el presidente de Brasil apenas estará medio día en San Salvador, ya que viajará a Cuba de visita oficial a primera hora de la tarde hoy. No se descarta que EE UU, como país anfitrión, invite a un grupo de países, entre ellos España, por su relevancia internacional.
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